La financiación de las campañas en 2010 y 2014 de Santos fueron verdaderos conciertos para delinquir. El presidente debe renunciar.
El gobierno tambalea por cuenta de la financiación ilegal de las campañas. No hay duda de que desde el principio, los principales directivos de la campaña santista, sentaron las bases para recibir por debajo de cuerda multimillonarios aportes de Odebrecht. Al respecto, puede leer “La confesión de Juan Claudio Morales”.
El gerente de la campaña de 2010, Santiago Rojas y su entonces esposa, Lina Mahecha, son dos figuras clave para desenredar la maraña de corrupción tejida con Odebrecht.
Lina Mahecha conoce todos los secretos de los ilícitos cometidos en 2014, cuando fungió como mano derecha de Roberto Prieto y de Enrique Riveira, los cerebros de la financiación ilegal con dineros de Odebrecht.
Todo ello, lleva a una conclusión obvia: Santos, que con cinismo alega que “se acaba de enterar” de que Odebrecht llenó las alforjas de sus dos campañas políticas, debe renunciar a la presidencia de la República. Su permanencia en el cargo, demolerá la legitimidad institucional y tendrá efectos devastadores en la economía nacional.
Publicado: marzo 18 de 2017