Petro y la utopía

Petro y la utopía

Para el suscrito ciudadano de a pie, Tomas Moro es el mayor exponente de lo que se conoce como el socialismo utópico.

¿Cuánto podré escribir? Pregunta Moro a Egidio, respondiéndose a el mismo: lo que me alcance la energía. Dispongo del tiempo que les hurto al sueño y a la mesa (Ver Moro: Utopía).

Como dato curioso, Egidio se quedó esperando la respuesta de Moro a una carta anterior por más de un año.  No es de extrañar, por lo tanto, que Petro deje esperando a su gente.

Como Benedetti, quien a la fecha no ha sido defenestrado de su cargo.

Hablando de Benedetti, Roy tiene coraje: cuarto matrimonio.

En la Utopía, Moro presenta el ideario de un estado perfecto, tipo socialista, contrapuesto a la sociedad feudal inglesa. Desde entonces, ya se presentaban los términos eutanasia, aborto, divorcio, derechos de los trabajadores y las mujeres – a quienes el socialismo les quedó debiendo sus derechos – y la educación estatal no religiosa.

Rafael, le contesta a Moro: Ni la humanidad se va acabar. Ni, esta isla que tanto cuestionas se acabará. En alusión a Moro, quien planteaba que la isla se acabaría.

Durante su discurso: periodo legislativo 2023 – 2024; de más de tres horas, Petro vendió la utopía que el mundo se va acabar por cuenta del cambio climático. Que se vendrá un período de hambruna y sequía. Que debemos realizar la transición energética como la impulsó la ex ministra filósofa de las minas Irene Vélez a quien se le acabó el contratito cuando ya se le estaba cogiendo cariño.

De paso: 11 ministros han sido defenestrados de sus cargos en menos de un año de su gestión. No es de extrañar. En Perú, sombrero Castillo, 65.

Mientras que Petro pretende construir una nueva isla porque el mundo se va acabar; ha realizado más viajes que Santos y Duque juntos con la paradoja que el avión aeroespacial consume petróleo.

Pretende crear una nueva isla de la salud donde todos sean felices. Pretende reformar las leyes de los trabajadores porque son los empresarios quienes son injustos.

Pretende cambiar la deuda de los países, real, por bonos climáticos, imaginaria, la nueva narrativa.

Lo que, si se acaba, señor Petro, es el presupuesto general de la nación.

Mientras que Petro hacía su utópico discurso, estallaba una granada de fragmentación en Bogotá.

Las guerrillas en sus diferentes formas de lucha hacen fiestas en Tame, Arauca.

En Caloto, Cauca, la pobre estación de policía atada de pies y manos, como bien lo menciona el senador Luna de Cambio Radical – Caloto, donde Sergio Arboleda fundara la primea escuela del país, por lo demás –.

Durante su casi un año del Petro caos y desgobierno, más de 53 masacres. Han sido asesinados más de 375 líderes, as, sociales, como lo expresó con valentía la senadora María Fernanda Cabal del Centro Democrático.

Donde esta realidad se presentará durante el gobierno de Duque o una futura alcaldía en Bogotá de Molano, con toda seguridad la primera línea de petro saldría a las calles a acabar hasta con el nido de la perra.

Finalmente, en la lectura del tiempo ordinario del domingo santo de la Iglesia Católica, el trigo y la cizaña, invita a no ser ingenuos en medio de la cizaña que siembra la maldad del ser humano diariamente.

Puntilla: dejemos de ser ingenuos a la utopía de petro y exijamos al minindefensa Velásquez que proteja la honra y bienes de los ciudadanos de a pie y no de la cizaña que siembran todos los días las diferentes formas de lucha. Amén.

Rafael Gómez Martínez

Publicado: julio 25 de 2023