Parece una película de terror. La pelea entre el oscuro embajador Armando Benedetti y su antigua colaboradora y ahora jefe de gabinete Laura Sarabia, se constituye en una evidencia del elevado nivel de corrupción que hay en el gobierno de Petro.
Con lo conocido hasta ahora, nadie queda bien parado en esta tramoya. Benedetti, que es un criminal nato pero impune, extorsionando a la Sarabia -mujer forjada por él y que seguramente conoce muchos secretos- y ella, a su vez, manejando exorbitantes sumas de dinero en efectivo. Una funcionaria que gana poco más de $20 millones de pesos y que proviene de una familia de clase media-baja, no tiene manera de explicar el origen de los cientos de millones de pesos que circulan en maletines en su lugar de residencia.
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¿Petro prescindirá de Benedetti? Personas que conocen detalles de la relación entre el presidente de Colombia y su embajador en Venezuela, aseguran que el segundo conoce secretos que al mandatario no le interesa que sean revelados. Pero mantener a Benedetti significa blindar a alguien que está extorsionando a la jefe de gabinete quien, a su vez, estaría involucrada en actos de corrupción. ¡Qué lujo de funcionarios!
El gobierno colombiano está convertido en una cueva de Rolando. El hermano del presidente haciendo pactos con el narcotráfico y el terrorismo, el primogénito moviendo fabulosas sumas de dinero en efectivo, la jefe de gabinete en las mismas y el embajador en Venezuela extorsionando a los funcionarios que no se presten para sus maniobras oscuras. Para nadie es un secreto que el nombre Armando Benedetti y la palabra corrupción son expresiones inescindibles.
Dado que la fiscalía ha asumido con celeridad y profesionalismo la investigación, es urgente que se determine el origen de los fondos que le fueron robados a Sarabia. Al principio, la funcionaria habló de unos pocos dólares y de algunos pesos. Luego, precisó que se trataba de U$7 mil dólares, pero los policías que secuestraron y torturaron psicológicamente a la niñera sindicada de ser la autora del hurto dijeron que se trataba de $150 millones de pesos.
En la pelea entre Benedetti y Sarabia, al decir popular, no hay bala perdida. El oscuro diplomático, a través de su cuenta Twitter, dobló la mano al revelar que lo que más preocupaba a la jefe de gabinete “es que se revelara la cantidad de dinero o el flujo de dinero en efectivo en su casa”.
En este escándalo sólo hay malos. Todos los involucrados tienen intereses oscuros y la única victima, la niñera, seguramente está siendo instrumentalizada. Petro, seguramente, buscará tapar el asunto. No le conviene distanciarse de Benedetti, y Sarabia es una persona que conoce muchos secretos. Su silencio es fundamental para la subsistencia del régimen corrupto de Colombia.
Publicado: junio 1 de 2023