José Miguel Santamaría: El aliado natural

Los colombianos llevamos muchos años pensando que somos el país aliado natural de los Estados Unidos en el hemisferio y eso creo que es cierto. Nuestra tradición democrática, haber sido el país con menos dictaduras y golpes de Estado el siglo pasado aunado con el trabajo conjunto que han hecho las dos naciones en contra del narcotráfico dan muestra de eso.

Como todos los matrimonios ha habido épocas con muy buenas relaciones y otras donde ha habido diferencias; una de ellas cuando Belisario Betancur entró el país a los no alineados y otra cuando el gobierno Samper por su conexión con el narcotráfico hizo que por primera vez fuéramos No Certificados y le quitaran la visa a un presidente colombiano.

El Plan Colombia logrado por Andrés Pastrana fue fundamental para el fortalecimiento del ejército y para el posterior gobierno de Álvaro Uribe con su política de seguridad democrática. Estados Unidos giró muchos recursos para colaborarnos en esta etapa.

Generalmente los países latinoamericanos piden mucho a Estados Unidos a cambio de muy poco. Se acostumbraron a pedir limosna y a no dar las gracias.

Otro hito importante en las relaciones fue la firma del Tratado de Libre Comercio que no solamente se debe mirar comercialmente, sino ver también la posibilidad que los colombianos tengamos productos más baratos y de mejor calidad. Estados Unidos siempre ha sido nuestro principal socio comercial.

A raíz de la elección de Donald Trump, Colombia debe estar preparada para cambios que seguramente habrá en las relaciones, no solo con nosotros sino con el resto del hemisferio.  Los temas más candentes que los colombianos vamos a tener que revisar son: el aumento de los cultivos de coca por cuenta del fin de la aspersión aérea, la amistad y complicidad del gobierno Santos con el gobierno venezolano, la relación con Cuba y por supuesto el tema comercial frente al cual Trump ha reiterado que será proteccionista y nacionalista en este tema.

Colombia necesita más a Estados Unidos de lo que ellos nos necesitan a nosotros y es necesario un vuelco en la política exterior de Colombia para no perder ese apodo del aliado natural del que tanto nos ufanamos. A pesar de seguramente incumplir acuerdos con las Farc, la disminución de los cultivos ilícitos debe ser uno de los propósitos de este año y claramente la aspersión aérea es fundamental para esto. También la cancillería debería dejar de ser indiferente ante los desmanes, los presos políticos y la ilegitimidad del gobierno venezolano. Debemos ser mejores vecinos de los venezolanos; no de un gobierno que acabó con la democracia.

@SANTAMARIAURIBE

Publicado: enero 23 de 2017