Ilusionismo mágico

Ha sido difícil para los colombianos descifrar cuál será el cambio que logrará el gobierno Petro durante estos cuatro años: primero, porque se pensó que iban a cambiar las costumbres políticas (creo muchos votaron por ello), y la realidad es que no sólo no cambiaron sino más bien se potencializaron esas malas costumbres. La coalición de gobierno tiene a su lado al 70% del Congreso cuando electoralmente eligieron al 25%. Esto ha sido logrado a punta de clientelismo, contratos y mermelada, o sea lo mismo que antes.

Segundo, cuando se empieza a pensar cuál es el verdadero cambio que se logrará y veo mensajes cruzados en el sentido de que por un lado se denigra de las autopistas 4G y la infraestructura diciendo que sólo sirven para que se transporten los productos de los ricos, pero al mismo tiempo propone algunas obras faraónicas, sin estudios y sin sentido.

La más absurda es el tren elevado desde Buenaventura hasta Barranquilla, no sólo por el costo que tendría sino por lo poco útil que sería. Sabemos que el principal problema para que los trenes sean viables es el tráfico que deben tener para que generen los ingresos necesarios de la operación. Adicionalmente nunca se ha especificado si este tren será de pasajeros, de carga o mixto. Habría una gran diferencia.

Tercero. Otra de las propuestas es el deprimido o túnel de la salida de Bogotá por Soacha (dicen de 21 kilómetros). Otra fantasía, cuando hay maneras de solucionar este grave problema más fácil. Un viaducto es considerablemente más barato o acondicionar mejor la vía del Ramal-Soacha.

La última perla es una gran autopista de 70 kilómetros que una el sur del país con Suramérica y con Bogotá, que para eso se deben comprar tierras, etc. Como todo son propuestas hechas a la ligera, sin números de costos, sin evaluación técnica de la necesidad etc., estamos claramente ante un gobierno que para no hacer nada propone lo imposible. Al final, seguramente dirá que el establecimiento no lo dejó.

Pero si en temas de infraestructura estamos en la mala, no existe mucha diferencia en otros aspectos. El caso concreto del cese bilateral de fuego con el ELN es una muestra de lo mediocre y chambón que es. Habla por hablar. La realidad del presidente va en otra velocidad a la de su gobierno y a la del país.

Esperemos que cumpla algo, como por ejemplo el mejoramiento y construcción de vías terciarias. Se necesitan enormemente. Nuestros campesinos están pasándola muy mal. Sacar sus cosechas es cada vez más difícil, pero además es la manera de acabar con parte de la politiquería, el mal uso de las placa-huellas por parte de los politiqueros para que costa de poco ganar votos es denigrante, hoy en día un gobernador entrega a sus políticos aliados 100 o 300 metros de «placa-huellas» para que las distribuya antes de elecciones para salir elegido. Esta es la manera más indigna de hacer política.

Haciendo una revisión al plan de desarrollo, se ve muy ideologizado, habla mucho de los territorios y pone mucho énfasis en la industrialización y la agricultura, temas importantes pero que necesitan mucho más cacumen para sacarlos adelante. No me imagino a este gobierno haciendo macroproyectos agrícolas o atrayendo inversión extranjera para hacer industria. Entonces que nos digan cuál va a ser el camino para lograrlo.

Lo que necesita Colombia es menos cháchara y más realidad.

@SANTAMARIAURIBE

Publicado: enero 16 de 2023