Que todo quede en familia

Que todo quede en familia

Los comunistas y socialcomunistas sienten una debilidad erótica por el nepotismo. Concentran el poder y lo reparten entre los que integran su núcleo familiar. En Corea del Norte, Kim Il Sung, fundador de su dinastía familiar designó a su hijo Kim Jong Il como heredero de un poder absoluto que ejerció hasta 2011 cuando, después de su muerte, asumió su hijo Kim Jong Un. 

Fidel Castro se cuidó de dejarlo todo organizado para que su hermano menor tomara las riendas de la nefanda revolución cubana. 

En años recientes, Argentina ha sufrido el advenimiento de la familia Kirchner. Néstor Kirchner fungió como presidente entre 2003 y 2007. Fue reemplazado por su corrupta -y ahora condenada- esposa Cristina, quien estuvo al mando de la nación suramericana hasta 2015. En 2019 fue elegida como vicepresidenta de Alberto Fernández, un monigote suyo pues es ella la que lleva las riendas de su país. 

Gracias a los Petrovideos los colombianos pudieron conocer de primera mano el gran poder de la actual primera dama de Colombia, Verónica Alcocer. Era ella la que tiraba línea, daba instrucciones, hacía advertencias, vetaba nombres, señalaba el camino a seguir y hasta reprendía delante del equipo de trabajo a su esposo, el hoy mandatario Gustavo Petro. 

No hay antecedentes de una primera dama con tanto protagonismo ni con tantas funciones oficiales a su cargo. Por regla general, las esposas de los presidentes desempeñan un papel discreto, evitando el protagonismo y la sobreexposición mediática. 

La señora Alcocer no ha perdido el tiempo. Desde el 7 de agosto del año pasado se ha concentrado en fortalecer su imagen, en presentarse en cuanto escenario se le ocurra y, cómo no, en viajar por cuenta del erario. 

Para sus desplazamientos al exterior monta unas comitivas espectaculares. Además de su asistente personal, lleva un fotógrafo y al peluquero que se encarga de que no se le mueva un pelo. Proceder de nouveau riche, pero por cuenta de los contribuyentes colombianos porque es evidente de que antes de que su esposo fuera presidente, del bolsillo de ella jamás se pagó una corte de semejante tamaño y de tan espantosa cursilería.

A sus viajes -el más reciente fue al Vaticano para atender una audiencia con el papa Francisco- se suma el papel que ha jugado en la designación de importantes funcionarios del gobierno nacional, empezando por el de la inexperta directora del ICBF, la señora Concha Baracaldo.

Aunque Petro lo niegue, lo cierto es que su fogosa esposa cogobierna con él. Y lo hace porque seguramente pretende emular el modelo de los Kirchner. Salió Néstor, entró Cristina; saldrá Petro, entrará Alcocer. 

Que todo quede en casa y que el gobierno se mantenga en la familia. Así proceden los extremistas de la izquierda que con extremada facilidad se embelesan con el poder. 

@IrreverentesCol

Publicado: enero 16 de 2023