El jefe del grupo terrorista Farc, insiste en la necesidad de una Constituyente, lo que dejaría sin piso al plebiscito.
Anda circulando una entrevista que la activista del chavismo y defensora de oficio de las Farc en los medios de comunicación, la periodista norteamericana, Eva Goldinger le hizo al jefe terrorista Timoleón Jiménez, alias “Timochenko”, por quien el gobierno de los Estados Unidos ofrece una recompensa de 5 millones de dólares (Ver: “Los extraditables de las Farc”).
En dicho reportaje, el cabecilla de las Farc revela cuáles son los planes futuros de su organización criminal, una vez se finiquite el proceso de paz de La Habana y asegura que “están tratando de blindar de la mejor forma posible los acuerdos”.
Respecto del plebiscito, “Timochenko” reveló que “desde siempre las Farc ha creído que un proceso de paz debe culminar con una Asamblea Nacional Constituyente y lo seguimos creyendo… Vamos a hacer el esfuerzo para que quede incluido en el acuerdo. Porque si estos acuerdos se logran implementar en buena parte ojalá sea en la totalidad, se van a producir cambios profundos en la vida social, en la vida política, en la vida económica, en la vida cultural de la sociedad colombiana que deben se reflejados en una nueva constitución. Entonces de ahí la necesidad de una nueva constitución y nosotros seguimos levantando esa bandera”.
Aquella frase confirma que la guerrilla no se va a tranzar con el resultado del plebiscito, porque sus asesores jurídicos debieron advertirles que aquel mecanismo no es suficiente para, lo que ellos llaman, “blindar los acuerdos”, es decir para dejar fuertemente atado el paquete de impunidad que el gobierno les ofreció y que ellos requieren para evitar que en el inmediato futuro los acuerdos puedan ser revisados o reversados. Igual, el temor de que la justicia internacional actúe frente a los delitos de lesa humanidad que serán perdonados, sigue rondando tanto a las Farc como al gobierno de Santos.
Entonces, si las Farc siguen convencidas de la necesidad de hacer una constituyente, no queda muy clara la efectividad que pueda tener el plebiscito tramposo que está promoviendo el gobierno de Santos. Será un esfuerzo que le costará cientos de miles de millones de pesos a los contribuyentes; el registrador Galindo advirtió que aquel certamen obligará la inversión de más de 350 mil millones de pesos. Si la guerrilla está condicionando la firma del acuerdo final a una constituyente, resulta vano que se haga el plebiscito que, de antemano, se sabe que no es el mecanismo idóneo para aprobar o improbar los acuerdos a los que llegue el gobierno y la banda terrorista Farc.
Dice “Timochenko” en el publirreportaje que le realizó la periodista Goldinger, que las Farc no buscan “ni la presidencia, ni un ministerio” y tal vez en eso el cabecilla criminal esté siendo honesto. Sus hombres lo que buscan es que sus crímenes queden impunes y sus fortunas provenientes del tráfico de estupefacientes resulten saneadas y legalizadas. Lo demás, vendrá por añadidura, por ejemplo las famosas curules que el gobierno les ha ofrecido en el Congreso de la República.
Por ahora, los colombianos deberán seguir soportando que el jefe de la banda que mayor terror ha desatado en la historia de Colombia, siga posando de estadista que concede reportajes a la televisión y en los que justifica el accionar de la estructura criminal de la que hace parte, mientras el gobierno continuará vendiendo la mentirosa tesis de que el plebiscito será la fórmula mágica con la que el país alcanzará la tan anhelada paz.
@IrreverentesCol