Cuando el expresidente Álvaro Uribe planteó la idea de reunir recursos para las vías de Antioquia por medio de una ‘vaca’, parecía una propuesta inadecuada ante el exceso de impuestos cargados por el gobierno de Petro y la falta de confianza que han generado sus erradas políticas económicas, volcadas al decrecimiento en general. Por eso se veía difícil conseguir un millón de antioqueños que donara cada uno un millón de pesos para totalizar un billón, cerca de 250 millones de dólares.
No obstante, muchas personas se entusiasmaron al recordar que nuestra tierra se ha levantado a punta de solidarias colectas que han compartido sueños de unidad. No importa si se aporta mucho o poco, de acuerdo con las posibilidades de cada cual, este mecanismo ha sido un factor de unión, de orgullo, de fraternidad, de identidad. A lo largo de nuestra historia se han hecho carreteras, puentes, escuelas, puestos de salud y muchas cosas más con la contribución voluntaria de muchas personas. La mayoría de las iglesias se construyeron a punta de vender empanadas y tenemos personajes como doña Luz Castro de Gutiérrez que pedían limosna para obras sociales; hasta para un gran hospital le alcanzó, el hoy Hospital General de Medellín.
Las contribuciones voluntarias son tan importantes para una sociedad que le permiten abrazar su civismo, retomar sus valores y confiar esperanzada en su futuro. Por eso, hasta el mismo Petro, como alcalde de Bogotá, les pidió a los ciudadanos un aporte voluntario para mejorar la dotación del Cuerpo de Bomberos, entre otras cosas, en el año 2015. Este sujeto también ha pedido donaciones para sus campañas. Por tanto, es raro que hoy le parezca una “bellaquería” que se acuda al regionalismo de un territorio que lo detesta para que un túnel de 10 kilómetros no termine como un elefante blanco por el odio que siente por Antioquia.
Pero no solo de odio vive el hombre. Es que las contribuciones voluntarias están en absoluta contravía con lo que Petro pretende para Colombia; son una manifestación de libertad, autonomía, tenacidad… Es capitalismo puro y duro, y eso para un comunista convencido, que se la está jugando concienzudamente por convertir a Colombia en otra Cuba u otra Venezuela, es un obstáculo enorme a sus propósitos.
Cómo será de grave que Petro no dudó en insinuar que el Gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, iría a la cárcel por el delito de captación masiva de recursos a pesar de que las donaciones son legales y en ellas no se configura delito alguno. La captación masiva es una estafa en la que se induce a invertir un dinero con el gancho de obtener abundantes ganancias como en las llamadas ‘pirámides’ o esquema de Ponzi. En el caso de la ‘vaca’, la gente aporta por voluntad propia en apoyo de una causa sin esperar que se le devuelva su participación, mucho menos los rendimientos.
Tampoco es factible que una donatón pública termine facilitando un lavado de dinero pues los aportes son modestos y no se les suelen devolver a nadie ni en todo ni en parte. Donar un millón de pesos mal habidos, de nada sirve para demostrar la licitud de otros recursos de mal origen que se tengan. Sugerir, pues, que esta colecta es una ‘vaca’ bandida es una medida desesperada de un mandatario mezquino que sueña con manipularnos a todos con una caja de comida luego de destruir la economía.
Así sean 10.000 pesos, todos deberíamos meter para esta ‘vaca’, no solo para hacer nuestro aporte a obras tan importantes para el departamento y el país, sino para manifestar el descontento que nos produce un gobierno que cree que no se deben construir grandes obras porque solo benefician a los ‘ricos’. Una obra que nos va a acercar tres horas al mar, y a los nuevos puertos, es una vaca que va a dar leche para todos. Por eso, bien dijo un obrero del Túnel que no nos podemos dejar joder: “Este gobierno en dos años pasa, pero Antioquia sigue”.
Publicado: abril 2 de 2024