Lenta pero decididamente, Petro empieza a mover el linde de la democracia. El país aún recuerda cuando llevaba menos de 10 minutos como presidente de la República y en tono arbitrario dio la orden de que le llevaran la espada de Bolívar al acto de posesión.
Le importó un bledo romper el protocolo frente a los dignatarios internacionales que, por diplomacia, tuvieron que presenciar el acto de posesión y aguantar la espera de la espada.
A su talante arbitrario se suma el desconocimiento oceánico de la función pública.
Los procesos contractuales están regidos por las normas, particularmente la ley 80.
Por regla general, salvo contadas excpeciones, los secretarios generales de las entidades son los responsables, siguiendo los lineamientos de Colombia compra eficiente -entidad creada precisamente para evitar corrupción las licitaciones-, de preparar, liderar y controlar los procesos contractuales.
Un presidente de la República jamás interviene, salvo que quiera direccionar el negocio para cobrar una millonaria comisión. C
En el caso de los pasaportes, que entre el diablo y escoja. Por un lado está la cuestionada y oscura familia Bautista, propietaria de Thomas Greg and Sons, y por el otro una empresa europea cuyo nombre no se conoce, pero que se supo está siendo impulsada por el hijo del suspendido narcocanciller Leyva y por el delincuente condenado Alex Vernot.
Es objetivamente incontrovertible que los Bautista participaron en esa licitación, cumpliendo con los requisitos exigidos. En la evaluación obtuvieron el mayor puntaje y ganaron. También es cierto, pero no por ello sospechoso, que ninguna otra empresa presentó propuesta en dicha convocatoria. La razón aparente es que no hay otra firma que alcance los elevados estándares exigidos en los pliegos propuestos por el ministerio de Relaciones Exteriores.
En el supuesto de que la licitación vuelva a comenzar, para evitar que en el mismo sólo haya un proponente, evidentemente el gobierno tendrá que bajar las exigencias, algo supremamente arriesgado, pero que seguramente sucederá para facilitar el ingreso a la competencia de los invisibles empresarios a los que el hijo de Leyva y el hampón Vernot están acompañando.
Y, aparentemente, Petro también tiene interés en ese negocio. De lo contrario sería imposible entender su desesperada decisión de ordenar la declaración de insubsistencia del secretario general de la cancillería cuando aquel, luego de que el ministro encargado lo habilitara para tal fin, adjudicara el billonario y polémico contrato a los poco transparentes hermanos Bautista, pero quienes, debe insistirse, ganaron dicho proceso con aparente sujeción a la ley. Hasta ahora no hay evidencia de maniobras oscuras.
No existen antecedentes en Colombia de la destitución de un funcionario a través de una red social.
A las pocas horas del despido del desgraciado exsecretario, surgió un nuevo trino de Petro en el que anunció la suspensión de compra de armas a Israel. Sin diplomacia, sin educación y sin formas. A través de una publicación en X, muy posiblemente redactada bajo efectos del alcohol y de las drogas, puso en suspenso las relaciones diplomáticas con Israel.
Así, en menos de siete días el presidente autoritario ordenó un “destitúyase” y un “suspéndase”, sin observar los canales adecuados y establecidos en Colombia que, a pesar de todo, presumiblemente continúa siendo un Estado de Derecho.
Como está planteado el peligroso juego de Petro, que nadie entre en pánico cuando aparezca un trino de ese individuo ordenando el primer “exprópiese”. Al fin y al cabo, en la campaña presidencial él se encargó de notificar a los colombianos que no estaba dispuesto, ni mucho menos, a respetar la propiedad privada.
Publicado: marzo 6 de 2024