Bolívar, doctor en ordinariez

Bolívar, doctor en ordinariez

Tres días después de su posesión como presidente de Colombia, Petro escribió en su cuenta de X: “Para todo ciudadano o ciudadana con título de doctor en Colombia o en el extranjero que quiera colaborar con la conducción del gobierno, abrimos este link para que pueda inscribirse”.

Aparentemente, la convocatoria no tuvo mucha acogida y los cargos más importantes del Ejecutivo tuvieron que serles entregados a los más agresivos vocingleros del petrismo, como la embajada en Chile al movedor de las líneas éticas Juan Sebastián Guanumen, la Superintendencia de Industria a la estalinista Cielo Rusinque, Planeación Nacional al sindicalista López y, ahora, el departamento de prosperidad social al zascandil Gustavo Bolívar. 

No hay dudas respecto del bajísimo nivel profesional y moral de los integrantes del gobierno de Petro. Nunca estará de más hacer los respectivos repasos: Armando Benedetti, Roy Barreras, León Freddy Muñoz -para quienes no lo conozcan, es un excongresista procesado en la corte suprema por tráfico de drogas-, Camilo Romero -exgobernador de Nariño implicado en un monumental escándalo de corrupción-, el propio Guanumen, Álvaro Moisés Ninco -un tipo con titulo de bachiller- , la esposa del delincuente condenado Alex Vernot, y otras personas de similar calaña, son embajadores de Colombia en los países y organismos multilaterales más importantes de América y Europa. 

Pero el decano, el más rutilante, el que los eclipsa a todos es el brutal Gustavo Bolívar, cuya hoja de vida está colmada de producciones elogiosas al narcotráfico, a la prostitución y a la miseria humana. Sus libros, pésimamente escritos, son un reflejo indiscutible de su talante, de su bajeza moral y, por supuesto, de su inexistente formación cultural. 

Prosperidad Social es la entidad que concentra la aplicación de las más importantes obras y proyectos de corte social. 

Las nefandas políticas y programas asistencialistas, se direccionan a través de ese departamento que administra la friolera de $11 billones de pesos, presupuesto que será administrado por un Bolívar que se hizo famoso por financiar a la banda terrorista denominada Primera Línea, y que en su vida privada acostumbra desconocer deudas adquiridas, como ocurrió con el hijo del actor Bruno Díaz, a quien Bolívar condujo al suicidio, como consecuencia del impago de un compromiso económico. 

Se trata de un sujeto violento, desconocedor de la moderación y, por supuesto, de las buenas maneras. Sus beneficiarios -los delincuentes- lo ven como un diamante, cuando en realidad es tan tosco como un pedazo de carbón. 

El único aporte a la política colombiana que puede adjudicársele a Gustavo Bolívar es el de acanallar el debate público, apelando a insultos y vulgaridades.

Cuando un sujeto zafio, venido a más y poseedor de una ignorancia oceánica, como ocurre con él, se ve abocado a plantear un argumento inteligente, o esgrimir una idea de forma organizada, es perfectamente esperable que el resultado sea una monserga debidamente adobada con palabras de alto calibre. 

En una de sus consuetudinarias borracheras y fiestas con drogas, Petro elevó la convocatoria para “doctores” con el ánimo de que se integraran a la administración pública. El proyecto evidentemente fracasó, y en cambio entraron personas de la más sucia ralea como Gustavo Bolívar.

@IrreverentesCol

Publicado: marzo 4 de 2024