El marxismo más que un diagnóstico, es un síntoma, Nicolás Gómez Dávila.
Mientras, continua con una rapidez inusitada la descomposición de la sociedad colombiana, en general, bajo del desgobierno déspota, amoral y corrupto del Petro caos; es pertinente traer a colación algunas observaciones sobre el cómo se produce la lumpenización bajo los regímenes socialistas en particular a lo que se conoce como el socialismo latinoamericano del siglo XXI.
El socialismo no murió con la implosión de la Unión Soviética. Debía reinvertirse con los ajustes necesarios de acuerdo con las condiciones del nuevo siglo y los postulados teóricos que los revisionistas marxistas habían confeccionado (Ver: Noguera Pardo Camilo, 2021, Socialismo latinoamericano, Pg. 17).
De tal forma que, Hugo Chávez institucionalizó mediante un populismo democrático, vulgar y delictivo el resultado de un naufragio constitucional de características babilónicas produciendo la desilusión en Dieterich quien quiso implementar bajo la democracia representativa este modelo político y económico viendo cómo sus ilusiones quedaron frustradas cuando Chávez cruzó su línea imaginaria para convertirse en un dictador déspota y despiadado.
Es así como, estamos viendo que las verdaderas intenciones del señor Petro consistente en socavar permanente a la institucionalidad colombiana con el fin de conducir hacia la calle ciega del socialismo: una asamblea nacional constituyente que le permita, al igual que Chávez, prolongarse en el tiempo indefinido como ha sido el régimen sociópata de Maduro y Cabello en Venezuela dedicado a perseguir con las milicias populares a María Corina Machado ante el silencio cómplice de todos los partidos políticos colombianos.
Vemos, cómo la maldad discursiva socialista se manifiesta en las palabras del ministro de Salud, Jaramillo. El represéntate por el Centro Democrático Andrés Forero, uno de los pocos que se salva de la debacle institucional, comenta que: tras atacar las vacunas contra el Covid y las UCI, el minsalud Jaramillo ahora acusa a los médicos de no tener conciencia social.
A su vez, el mindefensa Velásquez, más peligroso que el mismo Tarek El Aisami, sostiene que en ningún momento los magistrados fueron retenidos, ni secuestrados, cuando Le Monde Diplomatique titula en primera plana con respecto a la nueva toma de parte de los milicianos del m19 al palacio de justicia por el mismo lugar, a la misma hora y en el mismo día: La Cour supreme “Asiégee” par de partisans du presidente Gustavo Petro, la pólice intervien.
Por mucho menos, señores magistrados de la Corte Suprema de Justicia, Trump está siendo enjuiciado por sus colegas norteamericanos con respecto al evento acontecido en el capitolio en la ciudad de Washington.
Claro; está, que si nos atenemos a la definición de colega daría mucho que desear en este caso particular teniendo en cuenta que un colega es aquella persona que hace lo mismo que usted; pero mal.
¿Serán capaces los señores magistrados de la CSJ de enjuiciar a Petro por rebelión y asonada?
Lo anterior, le daría la razón a Gómez Dávila: el marxismo es un síntoma de una enfermedad muy profunda en el cuerpo, alma y corazón.
Porque no contentos con perder los juegos panamericanos en Barranquilla, la señora Alcocer baila en la calle 47 durante la batalla de las flores ante la mirada atónita de los asistentes.
Eso, es un síntoma de estar muy enfermo de cuerpo, alma y corazón. Esa, es la verdadera enfermedad que padece el señor Petro y todo su desgobierno amoral y corrupto.
Puntilla: Mención de honor para fedeciclismo y su tour Colombia 2024, un ejemplo del buen colombiano…
Rafael Gómez Martínez
Publicado: febrero 13 de 2024