Hospital Metropolitano: corrupción, impunidad y desidia

Hospital Metropolitano: corrupción, impunidad y desidia

Este portal ha sido el medio de comunicación que con mayor profundidad ha cubierto el caso del robo a la universidad y el hospital Metropolitano de Barranquilla, operación criminal perfeccionada por Carlos Jaller Raad, cabecilla de la estructura que se apropió de más de $100 mil millones de esas instituciones enfocadas en la educación superior y en la atención en salud a personas de la clase media de la costa Caribe.  

Las víctimas del caso, la familia Acosta, acudieron a la justicia con la esperanza de que los responsables sean sancionados, y los dineros recuperados. 

Jaller, su esposa y su sobrino Javier Cuartas, huyeron a los Estados Unidos, país desde el que se burlan de los requerimientos de la justicia, gracias al respaldo irrestricto que han tenido de un oscuro fiscal llamado Luis Aldrey Pinilla quien hace un año y medio fue encargado de la investigación. 

En días pasados, el secretario de transparencia del gobierno, Andrés Idárraga hizo público el caso del hospital Metropolitano, resaltando que en el saqueo hay involucrados varios miles de millones de pesos del ADRES, lo que significa que el robo implicó la apropiación de dinero público destinado a la prestación de servicios de salud.  

Este portal tuvo acceso al voluminoso expediente que tiene en sus manos el fiscal Pinilla. Se trata de 10 carpetas que en total suman más de 4 mil folios. 

En ese importante volumen de evidencias, están, por ejemplo, las copias de los cheques cobrados por ventanilla por el sobrino de Jaller -Javier Cuartas- de la cuenta en la que estaban depositados los dineros que el ADRES le consignaba al hospital.

Javier Cuartas era el títere que tenía Jaller en el hospital para que fungiera como director y representante legal. Hay pruebas documentales que indican que, en dos días, Jaller sacó cerca de $2 mil millones de pesos en efectivo de la mencionada cuenta bancaria. 

Así mismo, en las inspecciones llevadas a cabo por la Fiscalía, se encontró una relación de pagos en efectivo al periodista Daniel Coronel, a jueces que tomaron decisiones a favor del clan Jaller, a funcionarios del sector salud del departamento del Atlántico y al grupo de abogados que trabajan para esa estructura criminal. Uno de esos abogados, Johnatan Peláez se mostró desesperado cuando el secretario de Transparencia llamó la atención de ese monumento a la impunidad. 

La contabilidad en cuestión fue hecha a mano. Para ratificar su autenticidad basta con que el fiscal Pinilla, por ejemplo, ordenara algo tan sencillo como un cotejo grafológico. Obviamente no lo ha hecho. Salta a la vista que su papel en ese proceso es específico: dilatar la investigación para favorecer al clan Jaller. Para desgracia suya, y teniendo en cuenta que los dineros de la corrupción aparentemente fueron movidos a través de cuentas en los Estados Unidos, las agencias investigativas estadounidenses están enteradas del caso. 

Hay un capítulo que enciende todas las alarmas y que desnuda la misión del fiscal Luis Aldrey Pinilla: contra Jaller como su esposa Ivonne Acosta de Jaller, se emitieron órdenes de captura en febrero del año 2022, cuando quien lideraba la investigación era otro fiscal. 

En octubre del 22, el proceso le fue misteriosamente asignado a Pinilla. Desde entonces, a pesar de que el fiscal sabe que los Jaller viven cómodamente en la ciudad de Miami, y que tiene en su poder los certificados de Migración Colombia que confirman que se encuentran por fuera del territorio nacional, curiosamente el funcionario judicial no ha adelantado las respectivas acciones ante Interpol, ni ha solicitado que los prófugos sean declarados en contumacia para avanzar en el proceso, realizando la respectiva imputación de cargos. 

Pasa el tiempo, los miembros del clan Jaller continúan gozando del dinero que robaron, las víctimas esperando a que la justicia actúe. Y mientras tanto el fiscal Pinilla desternillado de la risa, haciéndole el mandado a los criminales engavetando la investigación y buscando la manera de falsificar un proceso contra los denunciantes. 

@IrreverentesCol

Publicado: febrero 5 de 2024

En aras de ilustrar y refrescar los detalles del caso, se pueden consultar estas publicaciones anteriores sobre el robo de la universidad y el hospital Metropolitano: