Dicen que es poderosa y quizás lo sea. Pero lo cierto es que no es ni será respetable. Laura Sarabia es una vulgar cómplice, una mujer peligrosa que sabe mucho, razón por la que la compra de su silencio es un asunto de la mayor importancia para el presidente de Colombia.
Las evidencias en su contra son abundantísimas. Ella fue quien ordenó los crímenes que la seguridad presidencial cometió contra la humilde exniñera a la que infame y temerariamente Sarabia sindicaba de haberle robado un dinero.
Las sólidas dudas sobre su integridad moral tienen a Petro sin cuidado. Natural, pues él, en su calidad de nominador, es un decano en pasarse por la faja las leyes y los códigos de conducta social.
Ella ha vuelto formalmente a un puesto del que realmente nunca se separó, y seguramente empezará a ajustar cuentas con todos sus críticos y malquerientes. Valiéndose de la posición que ocupa, y de su probada capacidad para ordenar acciones de policía por fuera de los mandatos legales, desatará una feroz persecución contra aquellos que han revelado y rechazado su accionar criminal.
Con una posible fiscalía de bolsillo, Petro y Sarabia tendrán el camino despejado para hacer y deshacer desde la Casa de Nariño. Lo que le sucedió a la niñera Marelbys Mesa es un juego de niños con lo que pasará de ahora en adelante. Sarabia en la presidencia disponiendo, la seguridad del primer mandatario cumpliendo y, por si algo hace falta, el próximo director de la Dirección Nacional de Inteligencia, Carlos Ramón González -a quien Sarabia está reemplazando- saldrá al recate.
Petro y su lugarteniente erigirán un Estado policial, figura que tanto excita a los socialcomunistas que utilizan todo lo que esté a su alcance para sacudirse de opositores y afianzarse ilegítimamente en el poder.
Que los colombianos estén preparados para las dificultades que se asoman en el horizonte. La represión será descomunal. Los montajes judiciales nauseabundos. Las persecuciones inclementes, y las fabricaciones mediáticas -a través de periodistas debidamente sobornados por el régimen- escalofriantes. Ahora sí, Petro empezará a gobernar. ¡Que tiemblen los opositores!
Publicado: febrero 26 de 2024