El legado de deudas de Claudia López

El legado de deudas de Claudia López

Finalizó la administración de Claudia López y el legado de deudas que le dejó a Bogotá no pudo ser peor. La ciudad quedó con el nivel de endeudamiento más alto en 20 años y nada de ello se tradujo en grandes obras de infraestructura.  Manejaron la Alcaldía con una irresponsabilidad fiscal desmesurada que tendrán que pagar los bogotanos en los próximos años.

Cuando Claudia llegó al Palacio Liévano la deuda del Distrito ascendía a $2.5 billones. Una cifra baja que apenas representaba el 0.9% del PIB de la ciudad y le dejaba un amplio margen de acción presupuestal. Para ese entonces, en 2020, de los $21 billones que se ejecutaron, apenas se destinaron $489.374 millones para cubrir obligaciones financieras.

Sin embargo, López hizo fiestas con esta fuente de financiamiento y aumentó la deuda a $9.2 billones, lo que quiere decir que este rubro creció en $6.7 billones durante los cuatro años de su Alcaldía. Un verdadero despropósito que nunca se había visto y que, sinceramente, no tiene justificación.

Por ejemplo, la durante administración Peñalosa la deuda aumentó de $1.3 a $2.5 billones. Un incremento de $1.2 billones que fue prudente y que no se aproxima de manera alguna a la locura financiera en que incurrió López.

De hecho, si algo había hecho bien Bogotá desde comienzos de este siglo, sin importar los cambios de Gobierno, era disminuir la deuda, dado que este rubro, como porcentaje del PIB de la capital, pasó del 3% en 2001 a 0.5% en 2018, pero ahora lo tenemos en el 2.4%.

En otras palabras, durante 20 años el Distrito logró cubrir sus gastos sin depender del endeudamiento, lo que les permitió a todos los mandatarios tener un alto margen de ejecución a corto plazo. Sin embargo, gracias a las acrobacias financieras de Claudia, solamente en 2024 la ciudad deberá pagar $2.1 billones en deuda, cuatro veces más de lo que se pagó en 2020. Además, esos $9.2 billones equivalen al 55% de los ingresos de la ciudad, lo que quiere decir que se debe la mitad de lo que recauda el Distrito. 

Todo esto, según la administración López, se utilizó para proyectos de infraestructura. No obstante, la inmensa mayoría de los grandes proyectos de infraestructura que se están ejecutando en Bogotá, como la primera línea del Metro o Transmilenio por la 68, fueron contratados por la gestión Peñalosa, por lo que no se entiende en qué se gastaron $6.7 billones de 2020 a 2023.

Y vale señalar que tanto la primera como la segunda línea del Metro, que apenas está en estructuración, se cubrieron financieramente con vigencias futuras por $6 y $9.8 billones que se aprobaron en 2017 y 2022 respectivamente y no con el endeudamiento que gestionó López.

Como consecuencia, Galán tendrá una labor complicada. Verá reducido significativamente el rubro de inversión por la necesidad de pagar la excesiva deuda que dejó Claudia y que no solucionó en nada la crisis de seguridad y movilidad de Bogotá. La ciudad está peor que hace cuatro años, pero con un endeudamiento tres veces más grande que el que dejó Peñalosa en 2019. 

@LuisFerCruz12

Publicado: enero 24 de 2024