El pueblo esta enardecido. Las manifestaciones de rechazo hacia el presidente Petro, son cada vez más multitudinarias, más frecuentes, y en todos los rincones del suelo patrio. Viendo la película sobre la vida del “Gran Corzo”, Napoleón Bonaparte, del director de cine Ridley Scott, se me viene a la cabeza que en Colombia pueda suceder los acontecimientos que narra la cinta, y la manera como inicia esta, con el ajusticiamiento por parte del pueblo francés al rey Luis XVI y su esposa María Luisa de Austria, quienes tenían a la nación padeciendo altos niveles de pobreza, mientras ellos y su corte se daban la buena vida. Una vida llena de excesos: vicios, alcoholismo, lujuria, caos administrativo y gasto desmedidos por parte del rey y su bella esposa, la reina María Luisa.
Se me ocurre, viendo la cinta, la posibilidad que esto pueda suceder en Bogotá. Que el presidente, así no sea “santo de mi devoción”, debe necesariamente doblegar su seguridad, dado el rumbo que toma la patria con una economía en franco deterioro. Sobre todo la seguridad en el palacio de Nariño, porque perfectamente el pueblo enardecido, cuando no soporte más los altos costos de la vida y el aumento desmedido de la pobreza y el desmadre de la corrupción, se metan al palacio, como en el caso de los reyes franceses, y los ajusticien. No tiene nada de raro. A mí personalmente no me gusta el gobierno del presidente Petro, pero debe protegerse porque ese tipo barbarie se puede presentar, trayendo consigo un caos institucional y el aumento de la violencia ejercida por el mismo Estado en su defensa de la institucionalidad.
No tendrá nada de extraño cuando el alto precio de la gasolina deje paralizada la economía. Cuando Ecopetrol no tenga los ingresos de los cuales vivimos porque no exportamos ni una gota de petróleo. Cuando no podamos cultivar un grano de arroz, ni media libra de papa. Cuando la reforma a la salud deje morir a los pacientes en las puertas de los hospitales, como solía suceder cuando existió el Instituto de Seguro Social. Cuando no se pueda proveer las medicinas necesarias para curar las enfermedades de los colombianos, y los niños se mueran en las salas de parto antes de nacer.
Acuérdense que los poetas vislumbramos el futuro, tenemos la capacidad de ver lo que está por venir y sobre todo, que se podrá evitar, si se toma atenta nota de estos consejos. Los entes encargados de la seguridad del presidente Petro y su familia deben estar alerta. No permitir que la esposa del presidente y sus hijos y familiares muy cercanos, asistan a eventos multitudinarios para evitar una tragedia que ya se anuncia, que da sus primeras señales de descontento. Un pueblo enardecido no tiene capacidad de racionamiento, la masa desbocada no piensa, actúa, y el sentimiento colectivo se puede sumar a la barbarie.
Publicado: diciembre 6 de 2023