Elecciones

Elecciones

Pareciera que la ciudad está tomada por un mal mayor, una especie de maldición, tal vez satánica. Y que por lo tanto había que realizarle una especie de exorcismo, como lo sugirió  un amigo poeta que recién llegado a Cartagena, al bajar del avión que lo trajo de Brasil sintió que la ciudad estaba tomada por una fuerte energía maligna.

¿A qué se deberá?  A su pasado esclavista, al inhumano comercio de africanos. A la brujería de África que desato ese pueblo esclavizado. Bien relata Alejo Carpentier en  “El reino de este mundo”, como los esclavos negros sacan de Haití a los blancos esclavistas a punta de brujería.

Pareciera que la Inquisición no pudo acabar del todo con la herejía, y una especie de maldición quedo latente en el aire.

Todo en Cartagena  está hecho para el triunfo de la decadencia. El día de las elecciones, 29 de octubre de 2023, la ciudad queda con unas condiciones adversas para la fiesta de la democracia, copiosas lluvias lo inundaron todo, lo que dificultaría la asistencia a las urnas de votación de un electorado acostumbrado a la abstención. Situación propicia para “legitimar” la compra del voto. Parece, según comentan, que corrieron ríos de dinero.

Pero la costumbre es de vieja data, un estudio sobre el voto en la Cartagena de 1810-1840”, dice: “las prácticas a las que frecuentemente recurrieron los dirigentes cartageneros de la época en búsqueda de sufragios para las elecciones parroquiales se daban los convites, el ofrecimiento de aguardiente, las fiestas con comida, fueron estrategias aprovechadas por los intermediarios políticos (llámese politiqueros) para cautivar sufragios que les permitieran negociar con los notables, y que a su vez fueron usados por estos para obtener los votos necesarios para un triunfo eleccionario”.

La temporada de elecciones es como cuando llega la subienda del Bocachico; todos salen con su trasmallo a pescar el suyo. Entonces aparecen los falsos líderes que tienen  miles de votos, que no es otra cosa que un listado de gentes aptas para vender el voto. Aparecen los que llaman “Puya Ojos”, una banda de picaros que se disponen  a quitarles el dinero a los políticos incautos. El libertador Bolívar, comprendía las dificultades al tratar de instalar el voto. Un sistema nuevo en unos territorios que habían vivido trescientos años de «oprobio y oscuridad» y que la instauración de un sufragio amplio debería ir acompañada de un proceso de educación moral ya que según él, sólo un pequeño puñado de hombres poseían las virtudes necesarias para comprender el valor del sufragio. Igual pensaron Manuel Rodríguez Torices y su socio Fernández de Madrid al diseñar la Constitución de 1812 que proclamaba el voto libre para todos, pero tenían la duda de lo peligroso que podía ser poner en manos de gente que no dimensiona la importancia del sufragio.

@GabrielTorices

Publicado: noviembre 3 de 2023