Poco le importa

Poco le importa

Todos los días se escriben más de diez artículos sobre presidente Petro. Ya deje de leerlos. En lo poco que va de su mandato se han escrito por lo menos trecientos artículos. Casi todos criticando su gestión de gobierno. El establecimiento no solo esta perplejo, sino que no haya manera de detenerlo sin tener que llegar a la violencia.

Él sabe que puede ser posible, porque sus actos son demasiado provocantes. Él lo advirtió un día: “ni se atrevan “.

Pero poco le importan al presidente que escriban contra su gobierno.

Además, hay tanto hastío, que mucha gente ha dejado de leerlos. Intuyo sobre lo que tiene Petro planeado para su periplo de gobierno, el que será largo si los colombianos no lo detienen. La luz roja de alerta esta prendida porque el presidente tiene de todo menos de ser un demócrata.

Como tampoco le importan las multitudinarias marchas. Así marchen los muchos colombianos que defenestran su mandato, porque él tiene trazado el diseño de su gobierno, que finalmente consiste en desaparecer el estado de derecho, destruirlo para inventar uno nuevo, seguramente de tipo estatista.

El Estado desaparece porque el Estado es el pueblo (cosa muy etérea).El Estado es Petro. Que según él, él es la encarnación del pueblo.  Él es la suma de las instituciones y en él se reúnen todos los atributos y poderes.

Pero hay una cosa sumamente preocupante, el presidente disfruta destruyendo las instituciones, lo disfruta tanto como Nerón quemando a Roma.

De hecho, lo celebra cada vez que desaparece en largas juergas donde la noche se detiene. Coge aire y se envilece más. Y los áulicos le hacen el coro.

En fin, el rumbo esta trazado y no se apartará un milímetro de él. Mientras los colombianos vemos impávidos como se desmoronan las instituciones y como efectivamente se sucede el mencionado cambio; la destrucción de la democracia.

Sin embargo, la economía colombiana es sólida, tanto, que, sin la más mínima intervención de su gobierno, la economía se ajusta sola. Incluso pareciera que no se necesita ministro de Hacienda, gracias a la divina providencia esta la junta del Banco de la Republica.

No se necesita de gobierno porque el cambio consiste precisamente en no gobernar. Gustavo Petro Urrego espera paciente, sin descomponerse un ápice, que se caiga el edificio del Estado, para poder inventar uno nuevo, donde el emergerá como el salvador de los colombianos.

Finalmente, Petro engañó a todos, porque su llamado al cambio sonaba esperanzador, aunque personalmente nunca le creí por aquella cosa de conocer las tesis del penalista italiano Cesare Lombroso.

Da Lástima el tiempo perdido, y el peligro en ciernes, la verdad la inequidad es mucha, y cambiar se requiere. Pero el presidente es solo un mitómano más que llaga a engrosar las filas de los gobernantes enfermos.

@GabrielTorices

Publicado: julio 20 de 2023