Barrancabermeja se desangra

Barrancabermeja se desangra

Barrancabermeja está convertida en un matadero público donde se dispone de la vida de los seres humanos por una disputa territorial que tiene sus orígenes en la tolerancia por parte del Estado y de la sociedad con las organizaciones criminales.

Todos los días las noticias anuncian un nuevo hecho de sicariato en las calles de Barrancabermeja. El espiral de violencia es tan angustiante y desconcertante que cada noticia de sangre hace olvidar la anterior. Parece que la gente se acostumbró a vivir entre la muerte, lo hacen, tal vez, porque los muertos tienen historial judicial, prontuario criminal, “a esa gente no se le llora”, es el decir de la calle. La conmoción aparece cuando las balas se desvían para acaban con la vida de un líder comunal que se atreve a dejar de murmurar para exigir en voz alta que paren con la matazón.

Barrancabermeja es una ciudad que ronda los trescientos mil habitantes, epicentro de una región que desborda el territorio del departamento de Santander para darle cabida a la relación con miles y miles de personas que habitan en el sur de Bolívar y que tienen como eje geográfico La Serranía de San Lucas, santuario de la minería ilegal, y claro, de la coca; también tiene una relación socioeconómica y cultural con Yondó y Puerto Berrio, municipio del Magdalena Medio antioqueño.

La vida de esta ciudad se dividía en dos mundos, los que viven en torno a la dinámica económica de la Refinería de Ecopetrol y los que viven de las sombras o de las sobras que quedan de una industria que puede ingresar en modo pausa, gracias a la nueva política de transición energética que quiere acelerar el gobierno nacional. Lo demás es pobreza y miseria, y de la pobreza y la miseria se nutren las organizaciones criminales, los grupos armados, y claro, los políticos populistas y la izquierda.

La nueva etapa de terror en Barrancabermeja no es por cuenta de la guerrilla o los paramilitares que se disputaban el control territorial como trofeo de guerra, en esta ocasión la disputa territorial es por el control del negocio del microtráfico en una ciudad sitiada por la desesperanza, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Sumado a lo anterior, Barrancabermeja y la región del Magdalena Medio es un corredor estratégico para todas las actividades ilegales que se mueven en Colombia, corredor que une a Antioquia con el Catatumbo y Venezuela, al sur con el norte del país, y recepción de migrantes venezolanos que han encontrado en este sancocho de complejidades sociales y económicas el mundo ideal para imponer a sangre y fuego su vocación criminal.

El gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, ha insistido de todas las formas posibles para que el gobierno nacional asuma su responsabilidad y despliegue todas las acciones institucionales para evitar que Barrancabermeja se siga desangrando, pero pesa más la convivencia histórica entre gobiernos locales, políticos, gremios, lideres sindicales y comunales, y hasta autoridades policivas, militares y judiciales, con los generadores de violencia que enfrentar la danza de la muerte.  

@LaureanoTirado

Publicado: abril 20 de 2023