La megacortina de humo

La megacortina de humo

La conveniente deportación desde Venezuela de la delincuente Aida Merlano ha sido utilizada por el aparato oficialista para desviar la atención de los monumentales escándalos que asfixian al presidente de la República. 

La Merlano, cuya recepción nada tuvo que envidiar a los arribos de dignatarios internacionales, será usada para que el gobierno sobrepase los duros cuestionamientos contra el oscuro Nicolás Petro. 

Aida Merlano ha dedicado buena parte de su vida a complacer a otros. Para ella no significará mayor esfuerzo repetir el libreto que le sirva a los propósitos de Petro, a quien ella desvergonzadamente llama “mi presidente”. 

Pasaron más de tres años desde su fuga. Protegida por la dictadura venezolana advirtió que tenía unas supuestas pruebas que demostrarían el gran nivel de corrupción de algunos dirigentes políticos del departamento del Atlántico. 

Cual culebrera, ha anunciado que exhibirá las evidencias. Más de mil días después, no ha mostrado absolutamente nada. 

Y lo que diga en adelante, será absolutamente prefabricado.

Lo de Nicolás Petro no puede olvidarse. Aquel no es un escandalo menor, ni el episodio del hijo del presidente haciendo un negocio oscuro. No. Es una operación de corrupción del más profundo calado. La perspectiva no puede perderse: los chats de Day Vásquez son tan delicados como los narcocassettes que sentaron las bases del proceso 8.000. 

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Petro, que es un tipo ruin e infame, con tal de salvar su propio pellejo es capaz de cualquier cosa y no dudará en hacer encarcelar a su hermano Juan Fernando y a su hijo Nicolás. 

Ha empezado a decir que él fue un padre ausente, desentendido y que no participó en la crianza de su primogénito. 

Ha empezado entonces a construirse la tesis ficticia de que, según Roy Barreras, Nicolás Petro no hace parte del llamado Pacto Histórico y que no fue criado por su padre. En otras palabras, un lagarto desconocido y casi, casi un hijo ilegítimo.

Y ni una sola palabra sobre el papel protagónico del hijo mayor en la campaña presidencial y las multitudinarias concentraciones políticas que organizó y pagó en diferentes localidades del Caribe colombiano.

Las evidencias están ahí. Así Petro llegue al extremo de negar la paternidad de Nicolás, será muy difícil demoler lo que el país ha constatado, y soslayar las incontrastables evidencias que confirman el maridaje del petrismo con el crimen organizado. 

Petro es, sin duda ninguna, el presidente de la mafia, el gobernante al servicio del hampa. Y ahora, cuando empiezan a conocerse las evidencias que despejan cualquier duda que pudiera existir al respecto, desde el Ejecutivo se pretende poner en marcha una campaña de distracción llevando al país a Aida Merlano, delincuente que recitará todos los libretos que le pongan por delante. Su evidente promiscuidad va mucho más allá del plano físico. 

@IrreverentesCol

Publicado: marzo 13 de 2023

Un comentario

  1. Es horrible todo esto, la sociedad esta destrozada, la droga y la corrupcion politica y social unos males que debemos los mismos ciudadanos desterrar, para ayudar a nuestros futuros hijos

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