La cocalera

La cocalera

Dice la estrambótica vicepresidenta de Colombia que ha llegado la hora de despenalizar el cultivo de coca.

Alega la fórmula de Petro que la hoja de coca se ha estigmatizado y que se desconoce el uso de esa hoja en los territorios étnicos (¡!).

El cultivo de cientos de miles de hectáreas del insumo fundamental para la elaboración de la cocaína no es una práctica ancestral sino una actividad criminal.

En palabras de Francia Márquez, “seguir criminalizando el uso de la hoja de coca no le va a permitir a Colombia el logro de la ‘paz total’, porque sabemos que ha sido esa política criminal, racial que nos tiene sufriendo una crisis humanitaria”.

Entre los argumentos históricamente por parte de los protectores y validadores del narcotráfico, jamás se había llegado el extremo cínico de decir que el combate contra la coca es un asunto de racismo.

Preocupante que en momentos en los que se registra un crecimiento vertiginoso de la producción de cocaína la vicepresidenta de Colombia salga a proponer la legalización de los cultivos de coca como un presupuesto fundamental para el logro de la cacareada ‘paz total’.

Es cada vez más claro que ‘paz total’ es el nombre comercial que la extrema izquierda le ha puesto a la alianza con el narcotráfico, pacto que, desde antes de las elecciones presidenciales, el hermano de Petro había finiquitado, en las cárceles del país, con los más poderosos capos de la mafia.

El maridaje entre Petro y los narcos es inocultable. A las reuniones de su hermano con mafiosos se suma la manera grosera como el comisionado de paz ha intentado, violando la ley, la liberación de peligrosos extraditables. Y si a alguien le quedan dudas, está la jugadita del primogénito del presidente, recibiendo miles de millones de pesos en efectivo de “joyitas” como Santander Lopesierra o El Turco Hilsaca.

El de Petro y Francia Márquez es un gobierno mafioso en todo el sentido de la expresión. 

@IrreverentesCol

Publicado: marzo 8 de 2023