Bienvenidas las mujeres al ejército

Bienvenidas las mujeres al ejército

Después de más de 20 años las mujeres pueden volver a prestar servicio militar en Colombia. Una oportunidad interesante para vincularlas al Ejército Nacional de manera voluntaria y abrir nuevos espacios de interlocución con la ciudadanía.

En efecto, fueron 5.000 las jóvenes que se inscribieron en el primer día de la convocatoria que abrió el Ejército Nacional, superando de lejos las expectativas, de las cuales 1.200 ya comenzaron a prestar servicio, lo cual abre el camino a varias discusiones.

Una de ellas, es que cada vez más las mujeres ingresan a las filas de las Fuerzas Militares (la policía ya lleva años de experiencia) y, en consecuencia, las instituciones deben abrir más espacios para ellas. Lo que antes era completamente extraño, como ver a una policía o a una mujer con camuflado patrullando las ciudades, hoy no solamente es normal, sino que puede convertirse en la nueva realidad del País. Y ese es un potencial que deben saber explotar las entidades castrenses para robustecer su capacidad operativa.

Otra, es hasta qué punto el servicio militar debe seguir siendo obligatorio o si, por el contrario, debe fortalecerse el proceso de vinculación voluntaria a la institución. Claro, el gran punto de quiebre es que desmontarlo de tajo implicaría restarle cerca de 70.000 hombres al pie de fuerza del País, algo que claramente no se puede hacer bajo las condiciones actuales de seguridad. ¿Cuántos jóvenes deciden hoy irse a prestar servicio militar a zonas rojas?

Sin embargo, sí creo conveniente que a mediano plazo la institución transite el camino en torno al servicio voluntario, tal como ocurre en la mayoría de Países del mundo. Ingresar a la Fuerza Pública no debe ser visto como una sanción o una obligación frente a la cual no hay escapatoria y mucho menos como una condena para las familias de escasos recursos, sino como una oportunidad de vida para crecer profesionalmente y servir a una causa justa. También como un servicio de honor, lealtad y un inmenso amor por la Patria.

Y para ello el Estado debe hacer un gran esfuerzo para conquistar a los jóvenes y atraerlos a sus filas, para lo cual, entre otras cosas, es necesario ofrecerles un conjunto de incentivos económicos y sociales que los lleven a escoger el camino de la institucionalidad por encima de las propuestas que pueden emerger de otros sectores. En pocas palabras, es hora de hablar de la profesionalización de la fuerza.

En últimas, el incremento en las filas del personal femenino es un síntoma positivo a nivel social que no se debe dejar escapar y que debe ir de la mano de una fuerte campaña de incorporación a los estamentos militares. Mujeres y hombres tienen la capacidad de defender la Patria con firmeza y el Estado debe proveer todas las condiciones para que a futuro ingresar a la carrera militar sea una decisión apasionada de una amplia mayoría y no una obligación de la cual no se puede escapar.

Celebro el ingreso de mujeres a las filas de nuestras FFMM, pero también me surgen algunos interrogantes: ¿Están acondicionados los alojamientos para mujeres? ¿Ya se están implementando las medidas de prevención en salud sexual y reproductiva? ¿Por qué el Ejercito había suspendido hace décadas el ingreso de mujeres a sus filas? ¿Qué funciones específicas van a cumplir?, no podemos olvidar que se enfrentan a un mundo en el cual aún existe algo de machismo… ¡Bienvenidas mujeres!

@Tatacabello

Publicado: febrero 28 de 2023