Los miserables

Los miserables

Aunque han pasado cinco meses desde su posesión como presidente de los colombianos, hay que darle todavía un compás de espera a Gustavo Petro. Todos esperamos realmente el cambio  porque es verdad que se necesita, la desigualdad es descomunal. Pero vemos con desilusión, con mucha tristeza,  que las políticas tomadas en el corto tiempo que lleva su gobierno son muy preocupantes y ya tienen efectos devastadores.  

La incertidumbre y el desasosiego entonces se convierten en los principales sentimientos de casi todas las familias colombianas. Y los mencionados cambios empiezan a verse. La miseria empieza a tocar lo más profundo del fondo, no hay un estadio más hondo para seguir hundiéndose, es prácticamente el infierno en la tierra. Los que eran apenas pobres van camino a la miseria e irán por el mismo sendero. Los que eran apenas de la clase media van camino a la pobreza e irán también por el mismo senderos de los pobres. Finalmente  todos terminarán  hundidos en una profunda depresión económica y social, que como dije antes será lo más parecido al hades.  

Los ricos, como siempre no tendrán tantos inconvenientes, cogerán, aunque con dolor y nostalgia, sus “corotos”, sus hijos, sus empresas y se irán del país. Y nos queda entonces una nación de miserables. Eso es lo que hasta ahora se vislumbra, ese es el camino que señalan tristemente las decisiones tomadas por el presidente y su equipo de gobierno. Como da dolor la oportunidad perdida, porque el entusiasmo era grande. 

Entonces lo que se visiona es una gran rebelión, pero no una de esas sencillas que son los paros nacionales y las marchas ciudadanas multitudinarias, porque el presidente no les pondrá la más mínima atención, y porque ellas no tiene ningún efecto real sino están pringadas de violencia. Lo acabamos de vivir con los jóvenes de la “Primera Línea”, que amedrantaron y pusieron contra la pared el gobierno de Iván Duque,  yo diría que en esos momentos dejo de gobernar para siempre.  

La violencia en nuestra nación ha dado réditos, ha sido fructífera, es incluso una herramienta política soterradamente permitida, es culturalmente una manera de vivir. Tantos frutos han dado, que antaño cada vez que había una guerra civil cambiábamos la constitución nacional. Tantos beneficios, que Pablo Escobar cambio la constitución para que a los narcotraficantes  no los extraditarán .Tantos frutos que los crímenes de lesa humanidad de la guerrilla de la Farc los hicieron senadores de la República de Colombia. No veo a un colombiano intentado hacer un magnicidio contra el presidente, no será así,  Dios no lo permita, pero si veo que pasara como en la toma de la Bastilla en Francia. Veo, en muy corto tiempo un pueblo alebrestado, hastiado y furioso, invadiendo el Palacio de Nariño, y llevándose en “banda” a  nuestro Luis XVI y a su María Antonieta.  

@GabrielTorices

Publicado: enero 11 de 2023