Más deuda, menos utilidades

Más deuda, menos utilidades

Como todos sabemos, la reforma tributaria ya fue sancionada este año. Empezará a regir a partir del 2023. Terminó siendo una mala reforma en muchos aspectos, pero hay un tema que cambiará la historia empresarial del país hacia futuro, esto es el impuesto a las utilidades así estas se conviertan en dividendos o en capitalización a cargo del accionista. Quiere decir esto que la empresa pagará su impuesto de renta sobre las utilidades, pero además los accionistas pagarán un impuesto adicional sobre estas así se repartan o no.

En Colombia históricamente las empresas capitalizaban gran parte de las utilidades. Esta capitalización volvía más robustas las empresas, así crecían, generaban más empleo, e invertían en investigación y desarrollo. Con este nuevo impuesto los accionistas sacarán todas las utilidades, les dará lo mismo hacerlo o no en términos impositivos, y, por ende, muchas empresas que están en sectores que requieren altas inversiones de capital terminarán marchitándose.

Pero eso no es todo, cuando uno miraba los balances de las compañías hasta este año veía una gran cantidad de utilidades no repartidas. Eso ayudó a que muchas repartieran esas utilidades este año: convocaron una asamblea extraordinaria y se giraron esos dividendos con menos impuestos que los que tendrían que pagar en el futuro.

Para hacer ese giro de dividendos tenían un problema: esos recursos no estaban líquidos, ya en su mayoría estaban invertidos en la empresa, en su crecimiento. Dado lo anterior, tuvieron que salir a buscar recursos para hacerlo. Las compañías se endeudaron fuertemente para poder girar esos recursos este año.

Al final, todas esas operaciones de crédito terminarán generando en los balances de las compañías unos mayores gastos financieros que a su vez impactará las utilidades futuras. Serán menores. Por lo tanto, generarán menos impuestos, y al gobierno le saldrá seguramente lo comido por lo servido, no recibirá en impuestos lo que tienen presupuestado.

No podría decir cuántas empresas o cuánto fue el monto del sobre endeudamiento total generado este año, pero sí puedo asegurar que fue mucho. Esperemos datos de crecimiento de la cartera bancaria entre noviembre y diciembre e índices de endeudamiento empresarial para entender lo mucho que fue. O revisemos la cantidad de llamados a asambleas extraordinarias durante estas fechas. Tanto los accionistas como las empresas reaccionan ante normas impositivas excesivas y por ende buscan aminorar esa carga como manera de defensa.

El otro tema que se debe tener en cuenta para el bajonazo que tendrán las utilidades de las compañías durante los próximos años tiene que ver con el aumento de la inflación y de la tasa de interés. La mayoría de los créditos tienen tasas variables, atajas a indicadores como la DTF o el IBR que han venido subiendo este año; así mismo la inflación ha impactado el costo de ventas, en la mayoría de los casos no se puede subir al mismo ritmo el precio del producto terminado; esto hace que los márgenes hayan bajado.

Aunque el aumento del salario mínimo del 16% para el 2023 es razonable frente a lo que pensábamos podría haber sido, no deja de existir un riesgo de carácter inflacionario para el próximo año. Seguramente tendremos otro año con inflación de dos dígitos. Esto también seguirá impactando el devenir económico de las empresas.

Nota del autor: espero que mis columnas durante el año les hayan servido para entender un poco más el futuro político y económico del país y les deseo unas felices fiestas y un próspero 2023.

@SANTAMARIAURIBE

Publicado: diciembre 26 de 2022