Las “preocupaciones” de la Corte Suprema

Las “preocupaciones” de la Corte Suprema

Apareció una entrevista con Aroldo Quiroz, persona que ocupa el cargo de presidente de la corte suprema de justicia.

El asunto central del reportaje: las molestias que tienen los vanidosos magistrados por los incumplimientos y las tardanzas del presidente socialcomunista Gustavo Petro.

Es inocultable la falta de modales del presidente colombiano quien, por cuenta de sus reiterados malestares -¿Resacas?-, no cumple los compromisos contenidos en su agenda y deja a sus invitados esperando eternamente.

Hace poco, debía posesionar a dos magistrados, uno de la constitucional y otra de la suprema. Convocó a un grupo importante de togados a la ceremonia y, luego, a comida privada. No llegó a ninguno de los dos evento. Aparentemente prefirió quedarse enfundado en los lujosos plumones que mandó a comprar -con cargo al presupuesto público- pocas horas después de haber tomado posesión de su cargo.

No es reprochable que los magistrados estén molestos con Petro por su incumplimiento, pero ese no puede ser, ni mucho menos, el asunto que preocupe a la justicia frente a las acciones del gobierno colombiano.

Es lamentable que el presidente de la corte suprema no alce su voz de protesta frente a la amenaza de Petro de soltar a los terroristas de la llamada ‘Primera Línea’, una acción abiertamente ilegal y que comportaría un golpe de Estado por parte de quien hace las veces de presidente de la República, quien no tiene facultades legales para disponer la liberación de personas condenadas por los jueces de la República.

Es importante que lea Primera Línea-EP

En un régimen democrático se espera que quien lidera una de las ramas del poder, en vez de quejarse como plañidera por un desplante del presidente, alce su voz y fije su posición respecto de un acto criminal como el que se dispone a consumar el jefe de Estado antes de la Navidad.

No es viable, no es oportuno, no es prudente ni es admisible que el alevoso mandatario colombiano libere a una caterva de criminales peligrosos. Está plenamente establecido que esa legión de hampones es subalterna del petrismo, pero esa realidad no faculta al gobernante para desconocer los mandatos ni las limitaciones constitucionales. El presidente no tiene competencia para ordenar que se abran las puertas de las cárceles con el fin de que los delincuentes que integran su brazo armado vuelvan a las calles a seguir persiguiendo y atemorizando a la sociedad colombiana.

Y el magistrado Quiroz prefirió aprovechar el espacio periodístico que se le abrió en el principal diario colombiano para hacer una narración de sus orígenes humildes y hacer una remembranza, como se lee en la novena de aguinaldos, “de las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre”. Habría sido tremendamente importante que esa entrevista hubiera servido para que el presidente de la corte suprema fijara  una posición institucional frente al grave delito que está a punto de cometer el presidente Petro.

La corrupta y cuestionada corte suprema, como siempre, de rodillas. Los magistrados buscando la manera de sacar provecho, tratando de ganarse el favor y el cariño del presidente para obtener ventajas burocráticas. Al fin y al cabo quien firma los decretos de nombramiento es Petro, realidad que ellos, los magistrados, tienen muy presente.  

@IrreverentesCol

Publicado: diciembre 12 de 2022

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