Igualar por lo bajo

Igualar por lo bajo

Si hubiera un ranquin de palabras mal usadas o desgastadas en Colombia seguramente en el top cinco estarían la palabra “paz” y la palabra “igualdad”. Estas se mal utilizan día tras día, tanto así que ya su significado real está casi en entredicho.

En alguna oportunidad ya había escrito sobre el coeficiente de Gini. Este es una medida de la desigualdad ideada por el italiano Conrado Gini. Normalmente se utiliza para medir la desigualdad de ingresos dentro de un país, pero puede utilizarse para medir cualquier forma de distribución desigual. Este índice muestra a Colombia como uno de los países más desiguales del mundo. Por esta razón la palabra igualdad tiene tanta fuerza a nivel político y se utiliza tanto para confundir a la población.

No sólo Colombia es ranqueado como un país muy desigual. También lo están Brasil, México, Costa Rica y Estados Unidos, entre otros, mientras países como Venezuela y Cuba se encuentran entre los menos desiguales. Esto nos lleva a revaluar para que sirve la igualdad si la pobreza o la miseria es tan alta.

Todos los humanos somos diferentes. Tenemos características únicas, talentos únicos; eso hace que de una u otra manera no podamos ser iguales, no actuemos de la misma manera, y, por consiguiente, tengamos metas y desafíos diversos.

Dentro del concepto de igualdad del progresismo, se busca que todos los ciudadanos de un país tengan exactamente lo mismo, una utopía con la cual el comunismo se hizo agua, primero porque siempre va a existir un grupo privilegiado, el que tiene el poder, y segundo porque igualar al resto acaba con la competencia, con la iniciativa individual, con el emprendimiento. Si no hacer nada es premiado con lo mismo del que hace mucho, se acaba con todo.

En Cuba un médico, con años de trabajo y experiencia recibe lo mismo para su sustento del Estado que quien cuida un parque. ¿Es eso justo?

Imagínense un equipo de futbol donde todos ganen igual independiente de la labor que hagan dentro de este, desde el que lava los uniformes hasta el goleador del equipo.

¿Creen ustedes que Messi o Cristiano Ronaldo estarían en ese equipo? ¡Nunca! Ese equipo va a perder el talento, a los mejores. Por eso es importante remunerar a las personas por sus competencias.

Ese es el gran problema de las tesis del progresismo, donde la igualdad que buscan termina lográndola por lo bajo. Eso es lo que quieren hacer con el sistema de salud en Colombia, que, aunque funciona relativamente bien, algunas personas reciben más beneficios que otros, en vez de pensar cómo dárselos a todos, piensan cómo quitar esos beneficios. Lo mismo pasa con las pensiones, aunque algunas personas han ahorrado o cotizado más para tener un mejor futuro, el progresismo piensa que los que no ahorraron para la vejez deben tener parte del pastel de los que sí lo hicieron.

Yo soy de los que piensan que el día que todos seamos iguales, tengamos los mismos ingresos y por lo tanto se deje de premiar el talento y las competencias volveremos a las cavernas, nos moriremos de hambre, se acabará la innovación, nadie volverá a hacer nada para ser mejores porque la mayoría estará sentada esperando a que papá Estado les de todo.

@SANTAMARIAURIBE

Publicado: noviembre 7 de 2022

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