Tengo que empezar por decirles que nunca me han gustado las posturas económicas del hoy ministro de Hacienda José Antonio Ocampo. Desde su paso por el gobierno Samper ha mostrado su lado proteccionista, alcabalero y keynesiano. Le gusta crecer el Estado por encima de la empresa privada y del emprendimiento. Tal vez por eso terminó ahora en el gobierno Petro.
La reforma tributaria que cursa por estos días en el Congreso lo define perfectamente: impuesto al patrimonio, a las exportaciones, aumento del impuesto a las personas naturales y a las empresas, y no existe la menor seña de buscar el aumento del número de tributantes, ni el fomento a la creación de empleo. Es una reforma 100% alcabalera. Buscar recursos a cualquier precio.
Independiente de todo lo expresado anteriormente el ministro Ocampo es de lejos el mejor del equipo de gobierno. Le da una seriedad a un gobierno que todavía no ha aterrizado y que no ha demostrado a hoy aplomo ni seriedad. Petro sigue mandando propuestas a diestra y siniestra a 10.000 metros de altura, muchas de ellas imposibles de hacer, otras factibles que su equipo las ha acogido y han tratado de poner en blanco y negro. Ahí es donde ha sido más importante el ministro Ocampo. Se ha convertido en el bombero, en el apagaincendios, de salir y negar todas las barbaridades de sus compañeros de gabinete.
En los últimos 10 días apagó tres grandes incendios, bastante complejos, que alcanzaron a impactar fuertemente la tasa de cambio y la percepción de los mercados internacionales sobre Colombia.
Cuando Petro a través de su Twitter insinuó que podría haber un control a los capitales golondrina, le tocó al ministro salir a desmentir al presidente, tal vez este no sabe que los mayores tenedores de TES tasa fija en pesos son los fondos extranjeros y que una salida de estos en gavilla ante un control de capitales acaba de tajo tanto el precio del dólar como el mercado de deuda pública.
Cuando después la viceministra de Minas dijo que en el gobierno Petro no se iban a entregar nuevas áreas para exploración de hidrocarburos y que por ende íbamos en pocos años a perder nuestra seguridad energética, también salió el ministro Ocampo a decir que eso no era cierto. Hoy en día nuestra economía es bastante dependiente del petróleo, del gas y del carbón para que sin autorización salga alguien a decir babosadas ideológicas sobre su futuro.
Por último, a raíz del acuerdo por parte del gobierno y Fedegan para la venta de las tres millones de hectáreas se filtró que la forma de pago de estas sería con bonos de deuda, con TES. Hacer una emisión adicional de TES de 60 billones de pesos es absolutamente descabellado: primero que todo no hay comprador, segundo impacta todos los numeros de endeudamiento y la calificación de riesgo soberano. Nos pondría en aprietos. Ya también salió el ministro Ocampo a desmentir esa compra de predios con deuda.
Como ven Ocampo es el polo a tierra del gobierno. Lo necesitamos. Esperemos que dure y se amañe en el gobierno porque el día que no esté o que su credibilidad baje, podremos tener una debacle con un equipo de gobierno poco preparado y con el ánimo de complacer a un presidente que sigue botando ideas irrealizables a 10.000 metros de altura.
Publicado: octubre 17 de 2022
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