El joven y destacado abogado Jaime Arizabaleta se ha caracterizado por la coherencia, la verticalidad y la vehemencia con la que defiende las ideas políticas del presidente Uribe.
Su columna dominical en LOS IRREVERENTES se ha convertido en foco de atención de la opinión pública colombiana.
Por cuenta de su firmeza, Arizabaleta es visto como una figura política con gran proyección, al punto de que muchos auguran que su futuro político estará colmado de gloria. Desde ya se da por descontada su candidatura a la alcaldía de Cali, la cual gozará del respaldo de amplios sectores sociales y políticos de la capital vallecaucana.
La desastrosa administración de Jorge Iván Ospina ha tenido en Jaime Arizabaleta un opositor incisivo que denuncia sin temor de ninguna naturaleza el desgobierno que padecen los caleños.
Igualmente, ha enfrentado con argumentos sólidos la candidatura presidencial del socialcomunista Gustavo Petro. Domingo tras domingo, su columna ha servido para ilustrar a cientos de miles de personas sobre los peligros que encarna el proyecto político de quien hoy encabeza las encuestas de intención de voto.
Su voz es respetada y sus denuncias surten efecto. Ejemplo de ello es la cruzada que lideró para evitar que los miembros de FECDOE, sindicato que hace proselitismo a favor de Gustavo Petro Urrego, sirvan como jurados de votación. Su más reciente columna, intitulada Registrador saque a FECODE alertó sobre la necesidad de mantener a dicha federación al margen del proceso electoral que se avecina. En palabras suyas: “…encarecidamente solicitamos al Registrador Alexander Vega, por el bien de nuestro sistema democrático, que excluya a todos los miembros de esa agrupación [FECODE] que más que un simple sindicato, son un grupo de activistas políticos a los que mueve el odio contra un partido político como es el Centro Democrático y a un importante sector de la sociedad que se define a si mismo como ‘uribista’”.
La demanda surtió efecto inmediato. Pocas horas después de la publicación, que por cierto estuvo durante más de 12 horas en el primer lugar de las tendencias en las redes sociales -algo común en los artículos de Arizabaleta-, el polémico registrador Alexander Vega Rocha declaró en distintos medios de comunicación que, efectivamente, los integrantes del magisterio no serán llamados como jurados en las elecciones de marzo, mayo y junio del presente año.
Es importante que se haga una supervisión detallada del compromiso adquirido por Vega, sobre todo en las zonas rurales de Colombia, pues en los cascos urbanos con baja densidad poblacional habrá que llevar jurados. En esas zonas, el grueso de las personas calificadas para cumplir con aquella responsabilidad son funcionarios de las alcaldías -que están inhabilitados- o son profesores. Habrá que estar muy alerta.
La fidelidad hacia las ideas uribistas, ha convertido a Arizabaleta en objetivo de la extrema izquierda, esa misma que se vale de las redes sociales para desatar brutales campañas de acoso y desprestigio. No puede soslayarse que ese sector se encargó de maltratar a Felipe Pasos, amigo del hijo de Bruno Díaz que se suicidó por cuenta de una deuda impagada por parte del senador Gustavo Bolívar. Pasos le contó al país los detalles de la tramoya emprendida por Bolívar para incumplir su obligación económica. De forma inmediata, las hordas petristas que delinquen con total impunidad en las redes sociales, desataron una campaña cuyo epílogo fue dramático: Felipe Pasos, invadido por el agobio, tomó la decisión de acabar con su vida.
Petro es un tirano. De eso no existe la menor duda. Persigue a sus opositores y silencia a sus críticos. Ahora, ha puesto a Jaime Arizabaleta en la mira. De manera inaceptable, le hizo eco a un trino en el que un antisocial invita a “denunciar” la cuenta de Twitter del columnista en cuestión con el propósito de impedir que siga expresando sus opiniones en esa importante red social.
El mensaje, escrito en un vocabulario soez es un evidente constreñimiento. Aún más grave que su contenido es el hecho de que un sujeto que aspira a gobernar a Colombia haya hecho adhesión al mismo.
La historia está colmada de ejemplos. Empiezan insultando, luego amedrentando, después silenciando y culminan eliminando. Así proceden las personas intolerantes que repudian los valores democráticos.
Toda la solidaridad con Jaime Arizabaleta. Sus ideas, que son vitamina para el debate público, deben gozar de la garantía de que no serán perseguidas ni constreñidas.
Publicado: febrero 16 de 2022
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