A través de un mensaje difundido en video a través de las redes sociales, el presidente Uribe se dirigió a Colombia por primera vez desde que se decretó su libertad, el pasado sábado 10 de octubre por parte de la juez 30 de control de garantías.
Como esperaban sus seguidores, el presidente se refirió al montaje judicial del que es víctima, ratificando su proceder vertical y honorable.
Recordó que en contra de él se estructuró un expediente secreto confeccionado con más de 22 mil interceptaciones ilegales y el decir un falso testigo debidamente sobornado por alias ‘Don Iván’, delincuente al que su defensa nunca pudo contrainterrogar, con lo que se configuró una brutal violación al debido proceso.
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Respecto del magistrado que decretó su secuestro, el doctor Uribe dijo -sin referirse a ese sujeto por su nombre-: “Sigo sin saber qué pensar del magistrado ponente de mi decisión. Sorprende que no hubiera manifestado sus múltiples vínculos contractuales con el proceso de La Habana, del cual yo era público antagonista”.
Igualmente, se refirió al cerebro del plan criminal -Iván Cepeda- recordando que ese individuo “visitó durante 11 veces a ese testigo [Monsalve] y ha donado grandes sumas de dinero a una ONG política. Esta organización ha pagado dinero a la familia del testigo. El senador que me acusa, supuesta víctima, ha sido constante visitante de cárceles en el país y en el extranjero para ofrecer beneficios a cambio de lograr declaraciones en contra de mi familia y de mi persona”.
La intervención del presidente Uribe fue, ante todo, política. Se notó una vez más su talante y su verticalidad. Los más de dos meses de secuestro, no amilanaron sus convicciones ni debilitaron la fuerza de sus ideas.
Ratificó su compromiso en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y la impunidad. Una vez más, insistió en la necesidad de acabar con la jurisdicción al servicio de las Farc, al decir que “debemos insistir en la derogatoria de la JEP y en la reforma de los acuerdos de La Habana, salvando el respeto y apoyo a los reinsertados de buena fe”.
Consciente de las amenazas que se ciernen sobre nuestra democracia, resaltó los peligros del socialismo, invitando a una oposición frente a las confiscaciones que seguramente implantará la extrema izquierda en caso de acceder al poder.
A propósito de su situación jurídica, notificó al país de que continuará en la lucha por su honorabilidad y enfatizó que “carezco de voluntad para dejar de pensar en Colombia. No puedo renunciar a advertir las amenazas que nos asechan”.
Y fiel a su talante batallador, cerró su histórica intervención recordando que hay que estar muy atentos con las elecciones del año 22 y notificándoles a sus amigos y contradictores que “soy sobreviviente por la protección de Dios, de la Santísima Virgen y de los soldados y policías de Colombia. Razón poderosa para sentir que el reposo y la resignación no hacen parte de mis opciones”.
Lea el discurso del exmandatario colombiano
Octubre 10 de 2020. Reflexiones en el día de la libertad procesal.
Agradecer; algunos comentarios sobre el proceso; otros sobre el presente y el futuro de Colombia.
- Quiero agradecer al equipo de abogados encabezado por los doctores Jaime Granados y Jaime Lombana; a mi señora y a mi familia; a aquellos periodistas que han presentado las evidencias con transparencia; a los intelectuales, jóvenes y ciudadanos que se han expresado con sus opiniones y con manifestaciones de solidaridad, tanto en la Patria como en la Comunidad Internacional; a los cordobeses que como siempre me han albergado con generosidad; a mis compañeros del Centro Democrático, a militantes de otros partidos o sin filiación partidista; a tantos muchos ciudadanos y a aquellos que me han rodeado con su fe religiosa.
- Agradezco de todo corazón las manifestaciones de apoyo de dignatarios: al Presidente Donald Trump y al Vicepresidente Mike Pence de los Estados Unidos, país que tanto ha ayudado a Colombia y a mi persona; a los ex Presidentes José María Aznar, campeón en la lucha contra el terrorismo y Andrés Pastrana, quien con el ex Presidente Bill Clinton, concibió el Plan Colombia, herramienta tan útil para el magnífico apoyo que recibimos del Ex Presidente George W. Bush, que el Ex Presidente Obama mantuvo hasta 2010; a los ex Presidentes de America Latina reunidos en el grupo IDEA.
Algunos comentarios sobre el proceso:
- Me gradué en la Universidad de Antioquia con un profundo respeto por todos los jueces y magistrados de Colombia. Infortunadamente los hechos me han obligado a hacer referencias particulares, excepcionales y negativas a unos pocos de ellos.
- Mi familia y yo hemos sido objeto del mayor escrutinio periodístico, político y judicial. Varios compañeros y colaboradores han sufrido la más temible persecución. Ha parecido normal que se sobornen testigos para acusarnos, y anormal mi defensa vertical y en el marco de la ley.
- Estoy en un proceso que empezó secretamente, en plena campaña electoral. Interceptaron ilegalmente 22 mil comunicaciones de mi celular. No existe una sola palabra mía que viole el Código Penal. Basta adentrarse en el expediente que periodistas, gracias a sus libertades, han publicado en su completa extensión.
- En aquella campaña de 2018, tanto el Magistrado que instruía el proceso secreto, como el Gobierno de la época, difundían que yo sería encarcelado.
- Mi defensa no pudo contra interrogar al mal llamado Testigo Estrella, capturado durante mi administración presidencial y condenado por secuestro extorsivo. Ese testigo terminó siendo sorpresivamente dueño, desde la cárcel, de la mitad de una finca cafetera de valor superior a 500 millones.
- El Senador que me acusa visitó durante 11 veces a ese testigo y ha donado grandes sumas de dinero a una ONG política. Esta organización ha pagado dinero a la familia del testigo.
- El Senador que me acusa, supuesta víctima, ha sido constante visitante de cárceles en el país y en el extranjero para ofrecer beneficios a cambio de lograr declaraciones en contra de mi familia y de mi persona.
- Otras personas, supuestas víctimas, han ratificado que dirigieron la fiscalía con rabia contra mis compañeros de acción política, mi familia y mi persona.
- Sigo sin saber qué pensar del Magistrado ponente de mi detención. Sorprende que no hubiera manifestado sus múltiples vínculos contractuales con el proceso de La Habana, del cual yo era público antagonista.
- El Magistrado aduce un contacto directo mío, que nunca ha existido, con un testigo en el extranjero, extraditado por mi Gobierno, visitado por el Senador. El testigo, la investigadora que le recibió la declaración no fueron escuchados por el Magistrado, tampoco quien me contó sobre la visita del Senador.
- El Magistrado me atribuye una carta para presionar al Testigo Estrella. El doctor Lombana preparaba era una respuesta en mi nombre a un incidente de desacato de una tutela que perdí.
- Me señalan de determinador de soborno de testigos y de cómplice al Representante Álvaro Hernán Prada, quien por teléfono me dijo que lo habían abordado porque el testigo quería rectificar la mentira contra mi hermano y mi persona. Le respondí que “que diga la verdad”, lo cual nunca se dio.
- Consideraron mi temperamento para encarcelarme. Claro, mi temperamento controversial, altivo, con el cual he trabajado por Colombia, con amor.
- Deseo que el doctor Diego Cadena, las personas investigadas en el Consejo de la Judicatura y los testigos compulsados, intimidados porque confirmaron mis denuncias, puedan aclarar y superar las dificultades.
Algunas reflexiones sobre el presente y el futuro de Colombia.
- He meditado mucho sobre las consecuencias del sistema judicial que heredamos del gobierno anterior. Ese conjunto normativo vinculado a la JEP, consagró impunidad total a atrocidades como el secuestro y violación de menores. La verdad se ha convertido en una premeditación para negar o editar los hechos de acuerdo con el interés político.
- Las víctimas siguen burladas y parece que su único camino sea mendigar unos recursos del Estado.
- Debemos insistir en la derogatoria de la JEP y en la reforma de los acuerdos de La Habana, salvando el respeto y apoyo a los reinsertados de buena fe.
- Sin estas reformas será más difícil lograr acuerdos con otras agrupaciones criminales como el ELN.
- La derrota de la impunidad y del narcoterrorismo, que son parteras de violencias que nos afectan, también constituye premisa para una mayor eficacia del principio de Seguridad con Legalidad, que guía al Presidente Duque.
- No podemos permitir que el narco terrorismo y el proyecto socialista anulen las capacidades colombianas.
- Con ejemplar dedicación presidencial, durante la pandemia, nuestro sistema de salud se ha dotado mejor y los actores han respondido con mayor presteza en la prevención y atención a los ciudadanos.
- El cumplimiento de los apoyos económicos y sociales deberá generar alivios en el afectado tejido social.
- El Gobierno mantiene la apuesta educativa con becas, ayudas sociales y los progresos en conectividad.
- Si sumamos los proyectos de reforma al Contrato de Aprendizaje y de cobertura de la alimentación escolar durante todo el año lectivo, podremos enfrentar la deserción escolar y universitaria, agravada por la crisis.
- La reducción razonable de los impuestos y la confianza mostraron una gran recuperación económica hasta marzo. Esperamos que con el mismo tino conductor se pueda recuperar la caída por la pandemia.
- El progreso en infraestructura nos permite pensar en un país cada vez más conectado.
- La expansión de energías alternativas es formidable. Confiamos que se pueda cumplir la meta de arborización y se ponga en marcha el programa de guardianes ambientales.
- Insistiremos, a través de los compañeros del Centro Democrático y de otros partidos, en puntos de agenda legislativa que incluyen la reducción de la jornada de trabajo y el bono solidario para los niños de hogares de menores ingresos.
- Pensemos además en un Referendo que disminuya el Congreso y la burocracia, adopte una norma vértice para la cúpula de la justicia, garantice ingreso solidario a los más pobres, y confirme el decomiso de la droga sin criminalizar al consumidor. Que derogue la JEP y confiera garantías a los integrantes de las Fuerzas Armadas, también a los desmovilizados de buena fe.
- Avancemos en iniciativas de progreso social y económico que sean la alternativa al riesgo socialista, que pretende replicar el fracaso de Venezuela y Nicaragua y que tiende mantos de incertidumbre sobre otros países de la región.
- A las confiscaciones del socialismo, a sus impuestos y restricciones asfixiantes, que inhiben la creatividad, opongámonos con más seguridad, más empresas que ofrezcan más oportunidades, más cohesión social, más educación, más emprendimiento y más remuneración.
- Al odio de clases del socialismo opongamos nuestra convicción de Economía Fraterna.
- Mantendré la lucha por mi honorabilidad. Mi carrera electoral ha sido de disciplina, trabajo, diálogo popular, austeridad. Empezó de niño, de la mano de mi madre, con un superior ejemplo de amor a Colombia.
- Mi vida pública ha generado mucha controversia pero carezco de voluntad para dejar de pensar en Colombia. No puedo renunciar a advertir las amenazas que nos asechan.
- Se que no tengo cupo en el tren del apaciguamiento, donde por evitar las dificultades de la lucha y congraciarse con el tigre, se termina en sus fauces.
- Soy sobreviviente por la protección de Dios, de la Santísima Virgen y de los soldados y policías de Colombia. Razón poderosa para sentir que el reposo y la resignación no hacen parte de mis opciones.
Saludo compatriotas. Ojo con el 22. Por la defensa de la libertad y la democracia, hasta el final.
Publicado: octubre 12 de 2020
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