Todo indica que la fiscalía tiene pruebas suficientes para imputar cargos contra las cuestionadas exministras Gina Parody y Cecilia Álvarez.
Hace unos días un ciudadano vio a la cuestionada exministra de Educación, Gina Parody, caminando tranquilamente por las calles de Manhattan. El hombre, evidentemente indignado, la grabó desde su celular y le preguntó por qué se está burlando de la justicia colombiana.
Con absoluta desfachatez, la otrora poderosa doctora Parody respondió que “yo no tengo que ir a ningún interrogatorio”. ¿Acaso no ha recibido las 3 notificaciones que le ha enviado la fiscalía general de la nación, conminándola junto a su pareja, la también exministra Cecilia Álvarez, para que se presenten en Bogotá, con el fin de responder los interrogantes que sobre su proceder tiene la justicia?
Habla la vicefiscal
La propia vicefiscal general de la nación, María Paulina Riveros, horas después de que se conociera el video de la Parody, se refirió al caso de ella y de Álvarez, asegurando que “la fiscalía general entiende que ellas han hecho uso a acogerse a la no autoincriminación y les puedo informar sobre el particular, que en el seno de la investigación se ha venido recaudando importante material probatorio”.
Aquel anuncio es la antesala de lo que viene para la señora Parody y la mujer con la que tiene vida marital: el llamado a imputación de cargos. Abundan las pruebas de los delitos cometidos por Cecilia Álvarez para favorecer los intereses económicos de la poderosa familia Parody. Así mismo, Gina Parody, en su condición de ministra de Educación, aprobó y suscribió un documento Conpes que trazó la política pública para la construcción de la carretera que conduce hasta el lindero mismo del puerto del que su padre y hermanos son socios, en el municipio de Gamarra.
Con dinero de los colombianos, Odebrecht le hizo una carretera de $900 mil millones de pesos a los Parody, hecho que resulta inadmisible y debe ser investigado y castigado severamente por la justicia.
Todo indica que Parody y Álvarez seguirán burlándose de las autoridades colombianas. No tienen la menor intención de poner la cara para aclarar el asunto. Al fin y al cabo, al decir popular, “el pecado es cobarde”. La no comparecencia, obligará a que se adopten medidas extremas como la expedición de ordenes de captura internacionales, acompañadas de la respectiva circular roja de Interpol.
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Con la captura del jefe de jefes de la corrupción judicial, el exmagistrado Francisco Javier Ricaurte, el fiscal Néstor Humberto Martínez ha dejado muy claro ante el país que no va a tener contemplación alguna con los responsables de la corrupción y que, al margen de la posición que puedan ostentar los responsables, hará que la mano de la justicia llegue hasta ellos.
Así las cosas, el gran poder económico de la familia Parody de nada servirá para evitar que la pretenciosa Gina, que durante años se mostró ante el país como una dirigente implacable que apuntaba su dedo acusador contra todos aquellos que no compartían sus ideas, muy pronto esté sentada en el banquillo de los acusados.
Publicado: septiembre 21 de 2017