Rector del Externado de Colombia, Juan Carlos Henao, ha abusado de su posición y presiona indebidamente a la corte Constitucional.
El rector de la universidad Externado de Colombia, Juan Carlos Henao es, de facto, la conciencia jurídica tanto del gobierno como de las Farc.
Hábilmente, supo moverse en distintos tableros. En la corte Constitucional, ayudó a ambientar el proceso con las Farc. De ahí, dio el salto al claustro universitario que durante décadas regentó el maestro Fernando Hinestrosa.
Con la inmunidad que le concede la condición de rector del Externado, de la mano con los abogados de las Farc, Enrique Santiago y Álvaro Leyva Durán, sembró los cimientos sobre los que se edificó la denominada jurisdicción especial de paz, herramienta que garantiza que las Farc queden impunes, mientras que los enemigos de la guerrilla serán brutalmente perseguidos.
Henao es el inventor de la criatura. Fue la persona que propuso que el acuerdo Santos-Timochenko fuera sometido a plebiscito. Aseguró que el SÍ sería arrollador y con eso bastaría para sacar del camino a la oposición política encarnada en el Centro Democrático. “En el plebiscito, un SÍ contundente le mostrará al mundo que somos un pueblo que piensa en el porvenir, que no piensa en el rencor y que sí quiere vivir en paz con buen futuro”, expresó el entusiasta Henao, dos semanas antes de que tuviera lugar la votación del 2 de octubre del año pasado.
Al decir popular, el tiro le salió por la culata. El pueblo sí quiere la paz, pero no de la forma como el gobierno -asesorado por Juan Carlos Henao- la hizo.
Él, que posa de liberal defensor de la democracia y del respeto por la voluntad del pueblo, no tuvo ningún problema en sugerirle a Santos que se robara el plebiscito, acción que hirió gravemente a la democracia colombiana.
Consciente de que el poder absoluto de Colombia lo tiene la jurisdicción especial de paz, hizo que uno de los suyos, Néstor Raúl Correa fuera nombrado como secretario de ese tribunal. Correa es a Henao, lo que Héctor Cámpora era al general Juan Domingo Perón: Cámpora gobernaba, pero Perón tenía el poder. (Sobre Néstor Raúl Correa, antiguo empleado del Cartel de Cali, puede leer “Una sucia tramoya”)
El rector Henao entiende que el control debe estar en todos los sectores. Con el acuerdo de paz validado a las malas, con la JEP en poder un títere suyo, resultaba urgente tener a un magistrado de bolsillo en la corte constitucional.
De manera directa, le exigió a Santos que incluyera a Carlos Bernal en una de las ternas que le fueron presentadas al Senado para llenar las vacantes que había en la corte Constitucional.
Henao estaba convencido que con Bernal, se repetiría la fórmula de Correa en la JEP. Según sus cuentas, al tenerlo a él en la corte Constitucional, se aseguraría un voto disciplinado y obediente de todas las leyes relacionadas con la implementación del proceso de paz.
Una vez más, a Henao el tiro le salió por la culata. La primera actuación de Bernal como magistrado fue la de votar a favor de la demanda impetrada por el senador y precandidato, Iván Duque con la que se pretendía devolverle la función deliberativa al congreso, la cual había sido cercenada por cuenta del fast track.
Grande ha sido la sorpresa de muchos por cuenta de la decisión del magistrado Bernal. Algunos se han dado a la tarea de cuestionarlo, de señalarlo y de descalificarlo por su voto.
Se oyen argumentos retorcidos con los que se pretende insinuar que Bernal estaba impedido porque en el pasado había hecho críticas académicas a algunos aspectos jurídicos de la implementación del acuerdo Santos-Timochenko.
Si se va a decretar impedimento para los magistrados que en uno u otro sentido hayan comentado o participado directa o indirectamente en la negociación, el panorama va a ser muy complicado, pues otro de los recién elegidos, Antonio Lizarazo, fue uno de los asesores de la mesa de negociación en los temas relacionados con el capítulo de participación en política y reforma electoral.
Al conocer el voto de su “prohijado”, el desesperado Juan Carlos Henao salió a tratar de desviar la atención de lo sucedido, pues en la Casa de Nariño tienen perfectamente claro que Carlos Bernal está en el palacio de Justicia fungiendo como uno de los 9 magistrados de la corte Constitucional por imposición del rector del Externado.
En vez de aceptar con talante republicano el fallo de la corte Constitucional, Henao llegó al extremo inaudito e inaceptable en una persona que forma estudiantes, de exigirle a los magistrados que “se pongan en el pellejo de las Farc”.
Aquel mensaje, además de ser un abuso por parte suya, es una bofetada al Estado de Derecho. Los magistrados, para usar las palabras del burdo rector, deben ponerse en el pellejo de la ley, de la sociedad y, sobre todo, de las víctimas.
Publicado: mayo 24 de 2017