Trump ordena la construcción del muro y radicaliza su posición contra el terrorismo y el narcotráfico. Las Farc en aprietos.
Trump: diciendo y haciendo
5 días después de haberse posesionado como presidente, Donald Trump emitió la orden ejecutiva sobre “seguridad fronteriza e inmigración”. Se trata de un acto administrativo con 17 secciones en el que se pone en marcha todo el plan de Trump en materia migratoria, empezando por la construcción del muro en la frontera entre los Estados Unidos y México.
Inmigrantes ilegales
Se lee en la primera sección de la orden ejecutiva de Trump que los “extranjeros que entraron ilegalmente a los Estados Unidos, sin ninguna inspección o permiso de admisión son una amenaza significativa a la seguridad nacional”.
Minutos después de haber firmado el acto, Trump convocó a una rueda de prensa en la que explicó los alcances del mismo y presentó ante el público a algunos familiares de víctimas mortales de inmigrantes ilegales.
El muro:
Trump ordenó el “fortalecimiento de la frontera sur de los Estados Unidos a través de la construcción inmediata de un muro físico en la frontera sur, monitoreado y protegido por personal adecuado para la prevención de la inmigración ilegal, el tráfico de drogas, de seres humanos y prevenir actos de terrorismo”.
Igualmente, se le ordenó al recientemente posesionado secretario de seguridad nacional, el general retirado John Kelly “adoptar las acciones apropiadas para la contratación de 5000 nuevos agentes fronterizos”. La voluntad de Trump es que esos nuevos agentes empiecen sus funciones cuanto antes.
Acuerdos con México a revisión
Se ha ordenado a todos los jefes de departamento y de las distintas agencias de los Estados Unidos la identificación y cuantificación de toda la ayuda que su país le ha brindado a México “durante los últimos 5 años, incluidos todos los acuerdos de asistencia económica, humanitaria y militar”. Esta información debe ser entregada dentro de los 30 días posteriores a la emisión de la orden ejecutiva.
La mala hora
Para Santos y las Farc, que durante los últimos 3 años tuvieron apoyo irrestricto del gobierno de los Estados Unidos, les ha llegado la mala hora. Además de las posiciones firmes del presidente Trump contra el terrorismo y el narcotráfico, dos clasificaciones en las que las Farc están perfectamente enmarcadas, se suman las de dos funcionarios que serán claves en la nueva administración estadounidense: el futuro secretario de Justicia –fiscal general-, el ultraconservador y senador por el Estado de Alabama, Jeff Sessions y el secretario de Estado designado, Rex Tillerson.
Sessions tendrá en sus manos la facultad de insistir en las solicitudes de extradición que pesan contra buena parte de la cúpula de las Farc (Puede leer “Los extraditables de las Farc”) y Tillerson tendrá la última palabra a la hora de mantener o retirar a las Farc de la lista de organizaciones terroristas que hace y revisa con periodicidad el Departamento de Estado.
Horizonte oscuro para las Farc
Si el gobierno de Barack Obama que fue incuestionable aliado del proceso entre Santos y las Farc no dio el paso de liberar a Simón Trinidad por el costo político y el riesgo que para la seguridad nacional de los Estados Unidos implicaba concederle perdón a un delincuente de tan alta peligrosidad y tampoco ordenó el retiro de las Farc del listado de grupos terroristas, es prácticamente imposible que el equipo del gobierno de Trump vaya a satisfacer el anhelo de Santos y Timochenko.
Publicado: enero 26 de 2017