No hubo perdón presidencial para alias Simón Trinidad. Mucho ojo, no es porque Obama tenga mal corazón; nada de eso señores. Es porque los presidentes gringos, independientemente del partido al que pertenezcan, piensan en función de su pueblo; y el mencionado terrorista fue partícipe del secuestro de tres ciudadanos americanos, liberados el 2 de julio de 2008, junto a Ingrid -quien empieza a manifestar, por lo visto, signos irrefutables del síndrome de encopetado apellido alemán, que hoy azota a millones de pacientes en el mundo-, en la ambiciosa y cinematográfica “Operación Jaque”.
Vuelve el espíritu de Abe Lincoln, el vigor de George Washington, la sapiencia política de Thomas Jefferson, el talante de Teddy Roosevelt, la popularidad de FDR y el sentido pragmático de Reagan. Regresan los Estados Unidos a tomar su lugar de liderazgo en el mundo, ese sitial que había perdido gracias a la pseudo-filosofía de lo políticamente correcto, arrasada por los ciudadanos demócratas que votaron por Trump en todos los estados del centro del mapa del coloso del norte, hastiados de las mentiras de Barack Hussein y del alambicado discurso de doña Hillary.
Se siente una nueva atmósfera, electrizante en los corredores del gran poder, porque el balón empieza a jugar en el lado opuesto de la cancha. La paz, ese valor esencial de los seres humanos, recibirá una lectura diferente, y en el caso específico de Colombia, las cosas se desenvolverán rápidamente, muy a pesar de los esfuerzos diplomáticos de nuestra cómica cancillería, en favor de las víctimas de las Farc.
America is back: Trump llega con un equipo de gobierno conformado por expertos, con una agenda muy precisa, que coloca como prioridad los intereses del pueblo americano. Nada de petulancias ni dogmatismos mamertoides… Este año, los gringos revivirán lo que presenciaron en 1981 con Ronald Reagan. Nada de raro que en el discurso inaugural, el propio presidente Trump haga citas de ese gran discurso que dio inicio al mandato del cuadragésimo presidente de los Estados Unidos.
El viraje en el poder americano implicará nuevas caras en los puestos de mando de nuestro continente, pues Latinoamérica será vista con nuevos ojos, unos ojos que no se dan abrazos con el comunismo, ni aceptan el narcotráfico como ley de gobierno.
Que empiece pues, la era Trump. La necesitamos con urgencia quienes creemos que la Libertad como principio se ha visto manoseada por una pandilla de hampones, que han vendido los bienes de sus naciones a postores de diversa índole, quienes lo único que buscan es aniquilar el destino de nuestras sociedades.
Con todo respeto: Que los colombianos que reeligieron a Santos aprendan de los ciudadanos demócratas que eligieron a Trump, pues por encima de una ideología están los intereses de la gente.
“La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido.” Milan Kundera
@tamayocollins
Publicado: 11 de enero de 2017