Es raro el escándalo de corrupción en el que de una u otra forma no aparezca involucrado el cuestionado senador santista, Armando Benedetti. Desde que este portal denunció hace cerca de dos años su participación decidida y cierta en el desfalco a la educación en el departamento de Córdoba, crimen por el que la fiscalía de Néstor Humberto Martínez compulsó copias con el fin de que la corte suprema de justicia lleve a cabo la respectiva investigación, el nombre de ese congresista ha estado en el ojo del huracán.
A pesar de las pruebas que pesan en su contra, Benedetti ha sido un hombre con muy buena suerte, pues sigue libre y, al parecer, delinquiendo.
Al menos eso es lo que se desprende de las nuevas revelaciones de quien será, sin duda alguna, el testigo estrella de una red delictiva que operaba en Fonade durante el gobierno de Juan Manuel Santos.
Jorge Iván Henao es un criminal que hasta hace muy pocos días estuvo huyendo de la justicia. Trabajó en Fonade y fue, según expertos de la fiscalía, un hombre que participó en la estructuración de robos de dineros públicos a través de proyectos direccionados cuyos beneficiarios eran testaferros de poderosos congresistas –dos de ellos en este momento tras las rejas-, entre los que se encuentra el congresista Armando Benedetti.
Siempre que el nombre de Benedetti aparece en un escándalo, el parlamentario, que es hábil en la comisión de delitos y en la manipulación de la periodistas que lo cuestionan, alega que se trata de una persecución política urdida por el fiscal general, Néstor Humberto Martínez.
Lo cierto es que mientras los procesos contra Benedetti sean llevados por la corte suprema de justicia –esa misma en la que se venden los fallos judiciales-, al parecer él tendrá garantizada la impunidad. Las investigaciones en su contra duran años enteros engavetados, como el de sus vínculos con grupos paramilitares, o el del robo al departamento de Córdoba o el de los congresistas que integraban en denominado grupo “Bulldozer” –senadores y representantes a la Cámara vinculados con Odebrecht-.
Ahora, cuando el delincuente Henao empiece a revelar detalles de los robos llevados a cabo a través de Fonade, Benedetti seguramente volverá a decir que todo es una mentira, que él es un perseguido de la justicia colombiana, mientras pasa el escándalo y sus protectores en la corte suprema se encargan de echarle tierrita al asunto.
¿Hasta cuándo seguirá la impunidad de Armando Benedetti? ¿Así de grande es su poder para que toda la sala penal de la corte suprema esté a su servicio? La corrupción es la peor enfermedad que padece nuestra sociedad y si alguien es la manifestación viviente de ese fenómeno criminal, es el senador Armando Benedetti.
Publicado: septiembre 4 de 2018
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