Uribe y el exilio

Uribe y el exilio

“lugar de refugio para perseguidos”. Esa es la traducción literal que del latín se le hace al vocablo asylum.

Aunque el asilo es una figura que fue utilizada en Europa durante la edad media, fue en América Latina donde tuvo un mayor desarrollo normativo. En 1928, en el marco de la sexta conferencia internacional americana, se suscribió en La Habana la denominada convención sobre el asilo.

Sin duda, se trata de la primera herramienta de derecho internacional  en la región, la cual, como es natural, fue suscrita y ratificada por Colombia.

Nuestro país ha sido un gran defensor del derecho de asilo. Existen casos icónicos como el del líder y fundador del Apra peruano, Víctor Raúl Haya de La Torre.

A Haya de La Torre se le acusaba de promover una rebelión armada. Fue citado a comparecer ante un juez para que respondiera por un sinnúmero de delitos que se le imputaban. El investigado, en vez de concurrir al llamado de la justicia de su país, resolvió golpear las puertas de la embajada de Colombia en Lima.

Allí, invocando su condición de perseguido político, solicitó asilo diplomático el cual le fue concedido por el Estado colombiano. Durante más de 5 años, Haya de La Torre estuvo en la embajada colombiana, hasta que en 1954 le fue concedido el salvoconducto para poderse desplazar hasta Bogotá.

En tiempos recientes, Colombia, durante el gobierno de Andrés Pastrana, le otorgó el derecho de asilo al líder opositor venezolano, Pedro Carmona Estanga.

Carmona, fue acusado por la satrapía chavista de ser un golpista y procesado en su país por el delito de rebelión.

Aunque la decisión colombiana irritó profundamente al tirano venezolano, a Carmona se le concedió el asilo a mediados de 2002 y desde entonces el empresario vive en Colombia, bajo protección internacional.

Con la llegada de Juan Manuel Santos a la presidencia de la República, se desató una feroz persecución contra el uribismo. Una de las primeras determinaciones de Santos fue la de cambiar la terna para la fiscalía general de la nación, incluyendo en ella a Viviane Morales de Lucio.

Morales, fue elegida de forma ilegal por la corte suprema de justicia y desde el mismo instante en que se entronizó en la fiscalía, esa entidad se convirtió en un bazar de corrupción y persecución contra distintos funcionarios del gobierno Uribe.

La hoy exfiscal Morales, en claro y evidente prevaricato, impulsó investigaciones sin fundamento legal alguno, ni pruebas contra los uribistas que cayeron en la brutal cacería ejecutada por ella, pero orquestada desde la Casa de Nariño.

Desde que empezaron las investigaciones contra sus compañeros de gobierno, el presidente Uribe fue claro: todo aquel que hubiera cometido un delito debía ser castigado sin contemplación ni consideración alguna, como es el caso del exviceministro de Transporte Gabriel García Morales, quien solicitó y recibió un millonario soborno de manos de Odebrecht. Pero aquellos que estuvieran en la mira de la justicia por razones políticas, no tenían porque rendirse.

De manera pública, no soterrada, el expresidente les recomendó a los suyos buscar asilo político. En el caso de la exdirectora del DAS, María del Pilar Hurtado, el propio Juan Manuel Santos estuvo de acuerdo con que ella viajara a Panamá, donde el gobierno del entonces presidente Ricardo Martinelli concedió asilo. Luego, el mismo Sanos se encargó de pedalear ante la oficina central de Interpol en Francia la expedición de una circular roja contra Hurtado, la cual fue emitida y a las pocas horas ella fue capturada y extraditada a Colombia.

Pero Uribe fue mucho más allá de la simple sugerencia de buscar asilo. Él mismo exploró alternativas ante distintos gobiernos de la región, explicando de manera puntual los detalles de la persecución de que eran objeto sus exfuncionarios.

Hace pocos días, en una serie de entrevistas, el exministro Diego Palacio comentó que el presidente Uribe, en su momento, le sugirió que buscara asilo político y que él no había querido explorar aquel camino. No falta a la verdad el exministro de protección social. Le faltó, eso sí, aclarar que él no fue el único al que se le planteó dicha posibilidad.

@IrreverentesCol

Publicado: abril 10 de 2017