Hace unos días, trascendió la noticia de que la banda terrorista de las Farc, en cabeza del delincuente internacional Rodrigo Granda, presentó una denuncia por calumnia en contra del canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo.
El ministro Trujillo, de lejos uno de los más exitosos y brillantes funcionarios del gobierno de Iván Duque, formuló ante el consejo permanente de la OEA una sustentada denuncia en contra de las organizaciones terroristas que atentan contra nuestro Estado, con el apoyo de la dictadura venezolana, en cabeza de Nicolás Maduro.
Granda, un criminal de altísima peligrosidad, en vez de denunciar al canciller de la República, debe aclarar por qué se reunió en Venezuela con el narcotraficante alias Iván Márquez. Así mismo, explicar cuáles son sus vínculos con la red mafiosa que lidera el capo venezolano Tareck El-Aissami.
Rodrigo Granda es, de lejos, uno de los terroristas más peligrosos de las Farc. Sus vínculos con la dictadura venezolana son de vieja data, al extremo de tener en su poder una cédula de identificación de ese país, emitida desde hace cerca de 20 años, por orden directa del desaparecido Hugo Chávez.
A comienzos de 2005 -en pleno gobierno del presidente Uribe-, Granda fue capturado en la ciudad de Cúcuta, donde fue depositado por informantes venezolanos que entregaron a ese delincuente que se movía con total libertad por Venezuela, con la protección absoluta del régimen chavista.
Granda, que no ha pagado por sus delitos, además de responder por los crímenes de lesa humanidad que ordenó en Colombia, tiene deudas pendientes con las justicias de Estados Unidos y Paraguay.
En efecto, desde el año 2006, el departamento del Tesoro estadounidense, incluyó a nueve cabecillas de las Farc, liderados por Granda, en la denominada Lista Clinton. En Palabras pronunciadas por el entonces director de la OFAC -Oficina del Departamento del Tesoro para el Control de Activos Internacionales- Adam Szubin, “la acción que hemos adoptado, pone en evidencia a las personas clave del ‘submundo’ de las Farc, uno de los grupos que más cocaína distribuye en el mundo”.
Uno de los crímenes que mayor impacto ha generado en la historia reciente del Paraguay, fue el secuestro, tortura y posterior asesinato de Cecilia Cubas, hija del expresidente de ese país, Raúl Cubas.
La joven Cecilia, fue raptada en septiembre de 2004. Cinco meses después, el 15 de febrero, de 2005, su cadáver fue encontrado por las autoridades paraguayas.
La familia Cubas, había pagado el multimillonario rescate exigido por los secuestradores, antisociales que no tuvieron compasión ninguna hacia la desvalida Cecilia, quien sufrió toda suerte de vejámenes.
Durante la investigación del caso, se pudo determinar que, antes de que el secuestro tuviera lugar, Rodrigo Granda estuvo en Paraguay, sosteniendo reuniones con los cabecillas de esa banda delincuencial.
Las autoridades paraguayas descubrieron, así mismo, que Granda y el jefe de la organización que perpetró el secuestro, Osmar Martínez, se cruzaron correos electrónicos en los que se hablaba de los detalles del plagio, por el que la familia Cubas pagó un rescate de más de $300 mil dólares.
En consecuencia, la justicia de Paraguay ordenó la captura de Granda contra quien aún pesan cargos por el atroz crimen cometido contra Cecilia Cubas.
No deja de ser indignante que un terrorista internacional como Granda, que a pesar de haber recibido la generosa impunidad que Juan Manuel Santos le otorgó a las Farc, continúe sosteniendo reuniones clandestinas con narcotraficantes y terroristas, como es el caso de su encuentro clandestino con alias Iván Márquez, criminal que se encuentra escondido en territorio venezolano.
El canciller Carlos Holmes Trujillo, con información oficial, procedió, como le corresponde, a hacer la respectiva denuncia ante la Organización de Estados Americanos. Los delincuentes como Granda, además de recibir ejemplares castigos por parte de la justicia, necesariamente tienen que ser puestos en evidencia en todos los escenarios posibles.
Conocida la denuncia temeraria que Granda interpuso en contra del doctor Carlos Holmes Trujillo, el ministro procedió a anunciar que “acudiré ante las autoridades, esas autoridades que yo siempre he reconocido, respetado y acatado, para dar cuenta ante ellas de la denuncia política y diplomática que como ministro de Relaciones Exteriores y en nombre del gobierno colombiano hice en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, sobre el apoyo y protección del régimen dictatorial de Maduro, a organizaciones terroristas colombianas desde hace largos años. El día que comparezca ante las autoridades, haré entrega de los documentos oficiales que contienen los datos que fueron usados por mi, como ministro de Relaciones Exteriores, para hacer esa denuncia política y diplomática ante el consejo permanente de la Organización de Estados Americanos. De igual manera, me permito informar que le he dado poder al doctor Abelardo De La Espriella, para que me asista”.
Por su parte, el abogado del Canciller emitió un comunicado en el que aseveró que “el doctor Carlos Holmes Trujillo García, es un ciudadano ejemplar y un funcionario de las más altas calidades morales. En cumplimiento de sus funciones ante el pleno de la Organización de Estados Americanos, hizo una serie de afirmaciones, las cuales gozan de pleno sustento y en ningún cado pueden ser calificadas como injuriosas o calumniosas… En los estrados, quedará plenamente establecido que las Farc iniciaron una acción penal temeraria en contra de un funcionario probo, que ha defendido con solvencia los intereses de nuestra Patria”.
Publicado: Septiembre 17 de 2019
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