Una buena ley de emprendimiento

Una buena ley de emprendimiento

Colombia tendrá por fin una ley de emprendimiento que les permita a todos los colombianos construir tejido empresarial a partir del conocimiento, la acción y las garantías de participación en el mercado. Esta vez, el gobierno nacional ha impulsado una de las iniciativas más valiosas para el país en materia de crecimiento empresarial y sofisticación laboral. De lejos fomentar empresa, es el camino más favorable para el crecimiento económico del país.

Una de las características más sobresalientes de la Ley, es la oportunidad que abre al aprendizaje y la capacitación, respondiendo a la difícil situación que se presenta en el país, donde el viejo modelo nos prepara para ser empleados pero no empresarios, lo cual por décadas ha distorsionado el mercado laboral, precisamente, porque nos hemos enfrentado a cuellos de botella donde la productividad no se transmite directamente al capital humano, sino que se desaprovecha en actividades que no corresponden a la especialidad de los colombianos.

Además de lo anterior, damos un gran paso al dejar atrás el pensamiento equivocado sobre ser emprendedor en el país, puesto que el término en sí se relaciona con oportunidades de fomento a la empresa con grandes dificultades financieras y de acceso al mercado. No es fácil ser emprendedor cuando no existe un marco jurídico que los revista de ventajas absolutas para desarrollar su función.

No tiene puntos en contra, por lo menos que limiten o actúen de forma negativa para el objeto que desarrolla, por el contrario, destraba muchos procesos, tramites y costos que hacían difícil el camino a un emprendedor, aunque uno de los mayores retos es el acceso al financiamiento en condiciones competitivas y libertades que actúen positivamente en la creación y puesta en marcha de una empresa. Hay que derrotar el mito que una unidad productiva no es rentable hasta que no tenga años de experiencia en el mercado, de lo contrario no valdría la pena fomentar empresa.

Puntos fuertes de la ley:

  • Tarifas diferenciadas para el registro de Invima para micro, pequeñas y medianas empresas.
  • Reducción sustancial en la tarifa del impuesto departamental de registro
  • Promoción de actividades intensivas en tecnología e información
  • Formalización de actividades económicas informales a través del potencial productivo
  • Simplificación de contabilidad en microempresas
  • Devolución de saldos de IVA de forma bimestral
  • alianzas para la inclusión financiera de micro negocios
  • fortalecimiento de las compras públicas a Mipymes
  • promoción de contratación pública para Mipymes
  • Acceso a financiamiento ( a través del FNG)
  • Fortalecimiento del sistema nacional de competitividad e innovación a través de las redes regionales de emprendimiento.
  • Educación y emprendimiento

Buena noticia para los colombianos, por fin el país entra a fortalecer las capacidades empresariales de la población, derrotando mitos en torno al modelo de creación de empresa, apoyo a emprendedores y reconocimiento de las competencias. Es grato saber que vamos a dejar de pensar que hacer empresa es un sueño totalmente imposible, requiere esfuerzos con toda seguridad, pero esta vez, tendrá un lugar en la promoción y acceso a financiamiento. Dejo claro, que esta ley de emprendimiento es una oportunidad para apoyar el trabajo de todos los colombianos que a diario se levantan con un sueño particular: SER EMPRENDEDORES.

@CIROARAMIREZ

Publicado: septiembre 4 de 2020

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