Timonazo en Bogotá

Timonazo en Bogotá

El Centro Democrático jamás terminará de arrepentirse por el error que deliberadamente se cometió exaltando a la señora Ángela Garzón como su candidata a la alcaldía de Bogotá, en un proceso de encuestas altamente cuestionable y cuya transparencia estará siempre en duda.

A las cosas hay que llamarlas por su nombre: la directora del Centro Democrático, Nubia Stella Martínez, ha demostrado su falta de talento para el ejercicio y la planificación política. 

No existe antecedente en ningún lugar del planeta -con excepción tal vez de alguna nación africana- donde sus partidos políticos designen a sus candidatos a través de encuestas, desplazando criterios objetivos como las realidades políticas del momento, la fidelidad doctrinaria de los aspirantes y, sobre todo, su viabilidad electoral. 

La señora Martínez, directora del CD, claramente no entendió la trascendencia de las elecciones de mitacaque tendrán lugar en octubre de este año, razón por la que allanó el terreno para que el partido de gobierno seleccionara candidatos inviables para cargos clave, como es el caso de la capital colombiana. 

La más reciente encuesta de la firma Ecoanalítica, revela que la señora Claudia Nayibe López sigue disparada en intención de voto. Según ese sondeo, si las elecciones para la alcaldía fueran el próximo domingo, este sería el resultado:

Encuesta de Ecoanalítica

A estas alturas, va a ser muy difícil impedir que Nayibe reemplace a Enrique Peñalosa, a partir del próximo 1 de enero, día en el que se posesionan los alcaldes de todo el país. 

Desde que fue ungida como candidata del Centro Democrático, luego de que culminara el polémico ejercicio de las encuestas, Ángela Garzón no ha podido conquistar al electorado uribista. La razón es potísima: ella está en las antípodas de las ideas por las que propugnan el presidente Uribe y sus seguidores.

Está claro que la campaña por Bogotá en ningún caso iba a ser sencilla. Claudia Nayibe López es una aspirante con mucha fuerza, que tiene un electorado sólido y un discurso que atrae a buena parte de la opinión de la capital. Pero para enfrentar a un rival fuerte, siempre, absolutamente siempre, se requiere de un candidato que despierte emociones y que sea capaz de aglutinar y atraer nuevos respaldos. Y Samuel Hoyos era, de lejos, la mejor carta que tenía el Centro Democrático para esa macanuda misión.

No viene al caso lamentarse por la sucia jugada que le hicieron a Hoyos con el propósito de arrebatarle la candidatura. Lo que corresponde es mirar hacia adelante y tomar decisiones inmediatas para evitar que la capital colombiana termine en las manos de la agresiva, intemperante y perseguidora Claudia Nayibe López Hernández. 

Es evidente que Ángela Garzón no solo no comparte las ideas del uribismo, sino que denigra la corriente en la que dice militar. La prueba de ello fue la entrevista que le dio al humorista Daniel Samper Ospina, uno de los más virulentos enemigos del presidente Uribe y de sus más cercanos amigos. 

Si alguien ha ejercido presión indebida para que el presidente Uribe sea injusta y miserablemente llevado a una cárcel, es el humorista Samper.

La Garzón, en la entrevista de marras, literalmente se burló de Uribe y del uribismo. Si algo merece abonársele a ese remedo de candidata, es su honestidad al ratificar su desprecio hacia el jefe natural -y vitalicio- del partido que inmerecidamente avaló su candidatura.  

Lo que procede en este momento es que la directora del Centro Democrático, en aras de enmendar un poco el error que ella misma cometió, retire de manera inmediata el aval concedido a la candidata Garzón, y se proceda a suscribir un entendimiento político que se traduzca en una alianza con el doctor Miguel Uribe Turbay, quien tiene posibilidades de ganar terreno en estos tres meses que quedan de campaña. 

Enseñaba el doctor Enrique Gómez Hurtado, Q.E.P.D, que la política uno la hace, o, por el contrario, tiene que soportar que otros se la hagan. 

Aquello aplica perfectamente para los partidos políticos. El Centro Democrático, no puede permitir que su política le sea hecha por una candidata absolutamente inviable como es la señora Garzón, a quien hay que decirle que llegó la hora de que se retire y proceda, en el mejor de los casos, a inscribir su nombre en la lista al concejo de Bogotá, para ver si por lo menos logra conseguir los votos para mantener su curul en el cabildo distrital

@IrreverentesCol

Publicado: julio 16 de 2019 

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