Sobre la crisis de la ética periodística

Sobre la crisis de la ética periodística

Manuel Castells, en su clásico libro Comunicación y Poder, sostiene que: Para comprender cómo funcionan los medios de comunicación hay que comprender cómo funcionan los círculos del poder. Porqué y quién construye y ejerce las relaciones de poder mediante la gestión de los procesos de comunicación y de qué forma los actores sociales que buscan el cambio pueden modificar estar relaciones en la mente colectiva (Ver Castells, Comunicación y Poder, 2009).

Todos los días, cada 24 horas, los medios de comunicación del siglo XXI nos entregan muestras frente a su decadencia de ética periodística. 

La libertad de prensa siempre ha estado amenazada todo el tiempo por la represión y, ahora, por las exigencias económicas exorbitantes de unas tecnologías costosas. 

Nos encontramos, en pleno siglo XXI, en un terreno defensivo; donde el todo vale por la información hace carrera con tal de ganar sintonía, adeptos, likes momentáneos; en donde la libertad de información cada vez es más limitada porque está sujeta a los intereses comerciales; lo cual va en detrimento de la credibilidad de los medios de comunicación.

A su vez, se le atribuye a J. Pulitzer la siguiente frase: Sin unos ideales éticos, un periódico podrá ser divertido y tener éxito, pero no solo perderá su espléndida posibilidad de ser un servicio público, sino que correrá el riesgo de convertirse en un peligro para la comunidad.

¿Son los medios de comunicación del siglo XXI una amenaza para su comunidad?

Yo me preguntaría, por ejemplo, si los medios de comunicación norteamericanos, en cabeza de CNN, no fueron una amenaza para su comunidad durante las pasadas elecciones donde ejercieron, y ejercen, presión sobre Donald Trump con el único fin que no quedara presidente de los Estados Unidos en detrimento de Joe Biden quien está llevando a una de las más profundas crisis sociales, económica a la nación norteamericana. 

Es así como, el Papa Francisco en una entrevista poco divulgada sobre la crisis de ética periodística, sostiene que son cuatro los pecados en que se está incurriendo en la actualidad por parte de los medios de comunicación: la desinformación, la calumnia, la difamación, la coprofilia. 

De tal forma que hay medios de comunicación que en la actualidad producen la noticia según su acomodo. 

O, según sus intereses económicos.

O, su necesidad de audiencia. 

Termina diciendo, el Papa Francisco que, si los medios de comunicación logran superar estas cuatro limitantes, la comunicación sería maravillosa.

A la entrevista del Papa Francisco, le agregaría una limitante más: creerse la verdad, verdadera, absoluta, sobre todas las cosas. 

Tal es el caso reciente acontecido en la W Radio en la franja de Juan Pablo Calvás. Una vez conocida la votación donde Miguel Polo Polo quedó elegido representante a la Cámara por las negritudes decidió, Calvas y su equipo, que Polo Polo no podía ser elegido por las negritudes. ¿Cómo podía ser elegido Polo Polo por las negritudes a nombre de María Fernanda Cabal? 

Con el detrimento que quien quedó en segundo renglón al parecer es hija de un paramilitar, el negro Martínez, pero, ella, si puede ser elegida por las negritudes, según el criterio ético de la W Radio.

Porqué ella sí puede ser elegida por las negritudes y Polo Polo, ¿No?

Ni hablar del sesgado informe de El Espectador, sobre lo acontecido en el Putumayo. 

Puntilla: Mientras tanto, el registrador Vega nos manda decir que tranquilos, que se ha confirmado que no son 500.000 votos los que aparecieron para el Pacto Histórico sino 1.500.000 votos, solo en senado. Porque en la Cámara, todo bien.

Rafael Gómez Martínez

Publicado: abril 19 de 2022

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