Sistema electoral al servicio del terrorismo

Sistema electoral al servicio del terrorismo

La banda terrorista de las Farc busca apoderarse del sistema electoral colombiano para establecer un régimen socialista en el país.

Para el dictador venezolano, Hugo Chávez, tomarse el sistema electoral de su país era una misión prioritaria. En múltiples oportunidades, repitió que de nada servía tener el control de la banca, de los medios de comunicación, del petróleo y hasta de los poderes legislativo y judicial, si no se poseía el dominio absoluto sobre la autoridad encargada de llevar a cabo las elecciones.

A través del capítulo V de la constitución que Chávez mandó a hacer a la medida de sus necesidades y que le sirvió como plataforma para erigir el monstruoso Estado socialista que volvió trizas a Venezuela, se le asigna un poder infinito al consejo nacional electoral.

Desde 2006, la militante del chavismo Tibisay Lucena ha fungido como rectora del consejo electoral venezolano. Lucena ha sido reelegida una y otra vez en su cargo por supuesta postulación de la “sociedad civil”.

Para las Farc, la toma del sistema electoral es un asunto de importancia sustantiva. Le apuestan a repetir en Colombia la tragedia venezolana. Porque si el régimen dictatorial venezolano se ha podido consolidar, es gracias al modelo corrupto y a las amañadas reglas electorales que han facilitado la elección indefinida de Chávez y ahora de Maduro.

El primer intento para tomarse el sistema electoral tuvo lugar hace pocos días, a través de una propuesta cargada de veneno, preparada por la denominada misión electoral especial.

La iniciativa, claramente inspirada en los modelos de Venezuela y Ecuador, busca allanar el camino para que la extrema izquierda se apodere de la democracia colombiana.

Se ha planteado la creación de un nuevo consejo electoral integrado por 7 personas y una súpercorte electoral con poderes omnímodos.

El poder que las Farc buscan consolidar en materia electoral es tan grande que se pretende que la súpercorte tenga capacidad de revisar la elección de las personas antes de que éstas puedan posesionarse. De prosperar, la democracia quedaría hecha trizas, pues por encima de la voluntad de los electores estaría un grupo de personas con la capacidad de impedir que un elegido acceda al cargo concedido a través del voto de los ciudadanos.

Se llegó al extremo de plantear que los miembros del nuevo consejo electoral no tienen que ser abogados. Un magistrado del consejo de Estado que dialogó con LOS IRREVERENTES, aseguró que dicha propuesta “tiene nombre y apellido: la señora Alejandra Barrios, directora de la misión de observación electoral, quien participó muy activamente en la redacción de esa nefasta propuesta. La señora Barrios, que no es abogada, quiere abrir el camino para ocupar un puesto en nuevo organismo electoral colombiano. Otros beneficiados serán los miembros de las Farc, pues muchos de los cabecillas de esa organización no son ni siquiera profesionales. Y los que tienen título profesional, éste es de áreas distintas al derecho”.

No se puede descuidar el asunto de la reforma que quiere introducírsele al sistema electoral colombiano para que los terroristas de las Farc y sus aliados se entronicen en el poder nacional a partir de 2018.

Con el dinero del narcotráfico, sumado al poder intimidatorio de los milicianos terroristas que no van ni a desmovilizarse ni a entregar sus armas, todo esto acompañado de un sistema diseñado para que los delincuentes puedan acceder con facilidad a cargos de elección popular, el régimen democrático está en grave riesgo por cuenta de la rendición del gobierno Santos ante la banda terrorista de las Farc.

@IrreverentesCol

Publicado: abril 25 de 2017