Rojo aneurisma cerebral

Hace unos días falleció en Bogotá uno de los  futbolistas más reconocidos en el país. Sus goles marcaron y llevaron alegría a los seguidores de su equipo. Los días domingo en la tarde, convocaba en El Campín a muchos bogotanos. La causa de la muerte: hemorragia subaracnoidea secundario a ruptura de aneurisma cerebral.

Los comunicadores que durante  años transmitieron sus goles y relataron sus gambetas estaban impactados, como todo el país. Les parecía no consistente que una persona dedicada al deporte, la vida sana y los cuidados que exige el oficio hubiese presentado esta catástrofe neurológica.

Debemos conocer la historia natural de esta enfermedad que en segundos cambia la vida de un individuo, de una familia. De 100 personas que sufren una ruptura de un aneurisma cerebral, 50 fallecen y no alcanzan llegar al hospital. Los que la vida les da una segunda  oportunidad, 50 pacientes, tienen  este comportamiento. La mitad fallece internados por las complicaciones derivadas de la ruptura (nuevo sangrado, espasmo vascular cerebral). De los 25 sobrevivientes, solo 10 regresan en similar estado funcional (mental) a su oficio original y 15, aunque independientes, mantiene hallazgos sutiles (memoria, abstracción) que les permite volver a su vida de antes. Sin embargo, se sienten y la familia así lo nota, limitados.

Se calcula que en USA ocurre alrededor de 30.000 casos de hemorragia sub-aracnoidea al año, en Colombia estimamos que es el 10% de todas las enfermedades cerebrovasculares y una alta prevalencia de presentación (5%) entre los 50-60 años y más en mujeres que en hombre (2:1). La incidencia de ruptura es de 10-15 por cada 100.000 habitantes.

El origen de estas lesiones es polémico y motivo de controversia. Las dos teorías aceptadas son válidas: congénito o adquirido. Cuáles de los dos factores es el más importante, irrelevante. Así por ejemplo, el 20 % de los pacientes con aneurismas cerebrales tienen otro aneurisma –es decir, son múltiples-. Hay familias en donde la existencia de aneurisma cerebral hace parte de su historia médica y vemos pacientes con otras enfermedades como riñones poliquísticos – coartación de aorta- cuya naturaleza congénita es clara. Condiciones que subrayan el  origen congénito: la historia familiar, la multiplicidad de aneurismas y la asociación con las enfermedades descritas.

Sin embargo, los factores adquiridos son  determinantes en su incidencia. La hipertensión arterial mal controlada, el tabaquismo, la ingesta de alcohol. Uso de sustancias adictivas como la cocaína (inflama la pared de los vasos arterias y las debilita). Todas estas causas elevan su incidencia.

Lo más importante es detectarlo antes de que se rompa. Allí la semiología médica es fundamental. Cuando una persona tiene un dolor de cabeza diferente, aunque su intensidad no sea importante, debe consultar con su médico. Este dolor de cabeza, cefalea centinela, es el primer aviso que anuncia la ruptura del aneurisma cerebral. Investigamos estos pacientes, les hacemos imágenes (escanografía de cráneo, simple) y encontramos pequeños sangrados responsables del dolor. Con este hallazgo, el protocolo de estudio juicioso y exhaustivo (angiografía cerebral) permite descubrir el enemigo oculto a tiempo.

El  otro punto que debemos insistir es en los estudios de tamizaje. Hay una población en  riesgo (historia familiar de aneurisma cerebral, más de un aneurisma cerebral, las  otras enfermedades ya señaladas) en quienes  estamos en la obligación de detectar y evaluar su riesgo real. Es costo-beneficio hacer un estudio no invasivo, sin complicaciones, que nos permita saber si existe un aneurisma cerebral mayor de 5 mm. Esta lesión, pone en peligro la vida del enfermo, le roba años de vida saludables y  lastima la integridad familiar. El examen, resonancia y angioresonancia de cerebro, es mandatorio y recomendable.

Una tragedia familiar es el sangrado de un aneurisma cerebral; sus implicaciones sociales son muy altas. Alta sospecha, fina semiología y exámenes en la población de riesgo, nos permiten disminuir su impacto. ¡Hay que diagnosticarlos antes de su ruptura!

@Rembertoburgose

Publicado: septiembre 20 de 2019

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