¿Quién es el Estado?

¿Quién es el Estado?

Ningún gobierno y mucho menos uno elegido con un porcentaje pírrico de la población, y además con muchas dudas de cómo fue elegido, puede estar por encima del Estado. El Estado no es nadie y somos todos, el Estado no es usted, ni usted es el Rey Sol. Esas posturas desaparecieron hace mucho tiempo y no le queda bien a su merced que tanto se ufana de ser un demócrata. El Estado es un concepto político que se debe a una forma de organización, que cuenta con instituciones legítimas y democráticas, que regulan la vida nuestra, en el marco de nuestro territorio, el que es absolutamente soberano. 

Usted, en la división de los poderes que conforman el Estado es una mínima parte, así la figura presidencial en estas latitudes tropicales sea aparentemente la más importante y poderosa, por lo que los lleva a comportarse como dictadores.  

No se olvide que el Estado contiene varios elementos fundamentales. Que tiene un gobierno, conformado por cuatro poderes: el Ejecutivo, quien es usted, el Legislativo que es el congreso, el Judicial, que son los jueces, y el Pueblo (el más importante de todos), nosotros, la oposición, que fue la mitad de los que votaron en contra suya, los que no votaron, en un país parco para hacerlo (los que apenas de sesenta días de su gobierno se encuentran también muy preocupados), y la mínima parte que votaron por usted. Qué se regula con unas reglas de juego, que produce un Estado de Derecho, el que usted por muy presidente que sea y con un congreso visiblemente amañado y un poder judicial posiblemente politizado, no pueden destruir. Y que el Pueblo, el más soberano de los poderes, pueden desmontar en un santiamén, porque acuérdese que no tenemos la paciencia de los venezolanos y mucho menos la de los cubanos. 

El pueblo con sus quejas, marchas, reclamos y hasta con la potestad soberana de poder parar la economía nacional puede ´prescindir de usted, y si es necesario de su congreso y de los jueces sino no imparten justicia con la debida imparcialidad. Incluso, puede sucederse el más terrible de los escenarios (tratemos hasta el último momento de evitarlo), tomar las armas por fuera del Estado, en uno que la gobernabilidad se ha perdido por la poca habilidad de saber conducirlo, generando, como se vislumbra una guerra entre hermanos colombianos.  

Presidente haga los cambios que tanto ha anunciado porque se necesitan, en una nación muy desigual, pero no acabe con el Estado de Derecho, porque las consecuencias serán fatales. Acuérdese que el Estado es atemporal, es decir, se mantiene andando independientemente de su gobierno y de cualquier otro que sea, que es una brizna en el tiempo muy breve. Y que usted que ha querido toda su vida ser presidente, hágalo, que lo apoyamos, pero manteniendo el Estado de Derecho, respetando la democracia y sobre todo con mucha sensatez. 

@GabrielTorices

Publicado: octubre 14 de 2022

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