Presupuesto responsable

Presupuesto responsable

El gobierno nacional ha presentado un presupuesto por 314 billones, a través del cual hace frente a dos situaciones críticas de la economía colombiana: el gasto y la inversión, esta vez, en condiciones de crisis económica con una alta concentración en el nivel de déficit fiscal del 8.2% y de deuda del 68% como porcentaje del PIB. Sin embargo, dada la tarea macroeconómica de convergencia a unos postulados contenidos en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, vale la pena decir por sobre cualquier observación técnica; que el presupuesto es responsable con el cumplimiento de las inversiones asumidas previamente en el PND y ahora en el plan nacional de recuperación.

Si el presupuesto no fuera responsable respecto de las inversiones y los compromisos sobre el funcionamiento del Estado, se quedaría corto con la proyección del gasto y la inversión a largo plazo, no obstante, ha tenido incidencia sobresaliente en los efectos de recuperación económica que vengan en adelante, entre ellos, recuperar el nivel potencial del PIB durante los próximos 10 años.

Si no fuera responsable, no habría espacio para cubrir programas pensados para la recuperación, como los de infraestructura, contenido en la estrategia: concluir, concluir, concluir, para la terminación de 28 proyectos de infraestructura aportando 39.570 empleos directos o no estaría pensado para desarrollar los 27 corredores viales a través del programa vías para la legalidad, generando, 66.123 empleos directos, o el programa de fortalecimiento de la red vial con 23 vías nacionales y 11 regionales por 11.5 billones hasta el 2030.

De otro lado, sobresale la visión de Colombia para cumplir la política de desarrollo con visión 2030, que está articulada con la agenda latinoamericana de los ODS (objetivos de desarrollo sostenible) y contiene un plan de inversiones que fortalece la disponibilidad de recursos y ahorro durante los próximos 8 años. A eso nos referimos con responsabilidad, que no deje a los gobiernos futuros sin recursos para los proyectos de interés nacional, sino que por el contrario les dé margen para contribuir al desarrollo económico.

Pensar en la sostenibilidad de las inversiones por los próximos 10 años, al tiempo que se concluyen los proyectos de este gobierno y se dejan inversiones por 11.5 billones para infraestructura, requiere de un esfuerzo continuo a través del cual el gobierno le está garantizando a los colombianos la disponibilidad de recursos por los próximos años. De manera que la eficiencia del gasto guarda relación con las metas de crecimiento de largo plazo.

Este año, será recordado en la historia económica del país, como uno de los más difíciles que sobrepaso los límites de la economía nacional y puso en evidencia la fragilidad del sector productivo interno respecto de la capacidad de ahorro y fortaleza contable, pues surgió la necesidad de fortalecer la economía interna permitiendo su expansión, el presidente de la república se dirigió con vehemencia a la necesidad de comprar productos colombianos para permitir un fortalecimiento de la manufactura nacional y el ajuste de la productividad en términos de capacidad de generación de trabajo, crecimiento de la demanda y expansión del consumo interno.

En este orden de ideas, el presupuesto es responsable con los colombianos en la medida que les provee de un escenario con capacidad de gasto e inversión, al tiempo que recupera la confianza de los inversionistas, lo que hay que reconocer es la capacidad de este gobierno para enfrentar una crisis económica cuyo nivel de crecimiento cayó en el segundo trimestre al -15.7% y una previsión final del año del -7% en el peor escenario. No obstante, las cifras del sector industrial y manufacturero nos permitirán ir ajustando las cifras de crecimiento solo hasta el 4to trimestre.

Finalmente, reconozco en el gobierno nacional su capacidad de resiliencia en términos presupuestales pues ha sido recurrente con la política de crecimiento económico y distribución del gasto, lo que nos va a proveer de confianza en el largo plazo y al mismo tiempo refuerza las oportunidades de cambio en la inversión. Con toda seguridad, el plan de recuperación económica previsto no va a ser en vano.

Resta por decir que, a pesar de las condiciones de la deuda, la mayor proporción ha sido representativa a nivel interno, por lo que el gobierno no se apresuró a tomar medidas desesperadas sobre la deuda externa, eso nos pone hoy en términos comparativos como una de las economías latinoamericanas que es buena paga pero que además es responsable con el financiamiento interno. Colombia paga lo que debe y por ende sabe lo que tiene, producto de un gobierno responsable a nivel fiscal.

Seguirá el debate y con mejoras importantes sobre la distribución del monto.

@CIROARAMIREZ

Publicado: agosto 27 de 2020

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