Alicia Arango: Pongámonos en su lugar

Quiero que todos nos pongamos en el lugar de una persona que tiene más de 20 años de estar en un proceso judicial, que no le definen su situación, que por años tuvo su proceso archivado por falta de pruebas y que vuelven a sacarlo por testimonios falsos de enemigos políticos.

Son veinte años en que la incertidumbre, la zozobra por lo que sigue, marcan la vida de la persona. Siempre con esa pulla en el alma, maniatado, impotente ante una justicia que no se conduele de las personas, ni siquiera para decidir. Ese dolor de saber que ninguna explicación o razón sirve. Angustia que automáticamente se refleja en la esposa, los hijos, que no entienden como a una persona tan buena, tan austera, tan sencilla en su actuar, es perseguida de esta manera por delitos que no cometió.

Declaraciones llenas de mentiras, malquerencias  políticas y personales, porque, no son ideológicas. Si así lo fueran, la discusión sería sobre la fuerza de los argumentos y no una persecución judicial basada en la calumnia e infamia. Saber que el mismo testigo que es considerado falso en otros casos, es considerado válido en este. Testigos jamás vistos por esta persona, cuyas edades tampoco concuerdan con la supuesta ocurrencia de los hechos. Testigos de oídas, testigos de chismes, muestran una justicia que además de estar politizada, está llena de odios y amarguras contra un sector de la población Colombiana que cree y confía en las tesís de el expresidente Álvaro Uribe Vélez.

En la actualidad esta persona tiene un año de estar detenido,  después de haber padecido el rumor que lo iban a capturar por más de 5 años. Además capturado, con la disculpa que es un peligro para la sociedad o puede escaparse. Nunca ha dejado de presentarse ante la justicia cada vez que lo han requerido. Solo imagínense que se siente, la impotencia de no poder ni siquiera averiguar cuál es la realidad de las cosas porque si hay algo que distinga a nuestra justicia es la falta de seriedad para manejar la información y ese contubernio con la prensa que la hace cada vez más desconfiable.

Mientras nosotros disfrutamos nuestra libertad, esta persona se consume detenido sin saber que le espera. Lo último, ha sido un llamado a la Fiscalía por parte de un tribunal de justicia y paz, para que investigue lo que lleva 20 años investigando y nada ha encontrado.

O me van a decir ustedes que en medio de tanta investigación, tanta persecución, tanto escudriñamiento, tanto interés de quienes lo persiguen, los testigos falsos y algunos jueces que se convierten en sus socios para condenar a esta persona, ¿no habrían encontrado algo? Nada encontrarán porque nada hay.

Y así van pasando los días y nada pasa. Esta persona y toda su familia pendiente día a día de qué les aparecerá, de qué otra cosa inventaran. No hay derecho que Colombia se de el lujo de mantener a una persona en ascuas más de 20 años por la simple razón, de ser hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez.

No permitamos que Santiago Uribe Vélez, siga pasando los días detenido, sin ser culpable. Pedimos a la Fiscalía que obre en justicia y con la verdad. País que permite estos desafueros a su justicia está condenado a fracasar y a seguir usando la justicia como instrumento de persecución política. Pónganse en su lugar y miren su vida veinte años atrás y todo lo que han hecho en ese tiempo, pues ese mismo tiempo, en el caso se Santiago, ha estado acompañado por la incertidumbre de que va a pasar, aunque él sea inocente.

P.D. No permitamos que los jueces sean quienes hagan la política en Colombia según sus malquerencias personales y haciendo a un lado los códigos. No pedimos impunidad, pedimos verdad, no más testigos falsos, debido proceso y que los expedientes no se queden durmiendo el sueño de los justos mientras los investigados se consumen en cárceles y en la incertidumbre.

@AliciaArango

Publicado: febrero 15 2017