Petro, el mandadero de Escobar

Petro, el mandadero de Escobar

Razón tuvo William Shakespeare al decir que “la mejor manera de hacer pasar a los malos por buenos es primero haciéndolos pasar a todos por malos”.  Perfecta descripción de lo que hoy acontece en el panorama político nacional y en particular con el señor de los fajos de billetes en las bolsas negras. El mismo que otrora perteneció a un grupo que se alió con Pablo Escobar para tomarse el Palacio de Justicia y asesinar a los magistrados. El mismo que perteneció a un grupo que asesinó, secuestró y torturó a miles de colombianos y que hoy cree tener la estatura moral para venir a señalar a todos. Precisamente, porque su estrategia es hacernos ver a todos como bandidos para que él, que realmente es un hampón, pueda verse menos bandido.

Qué tal venir a decir que a la Vicepresidenta Marta Lucía Ramírez le faltó sinceridad con sus electores para exponer un caso que ni siquiera es responsabilidad de ella, sino de un tercero que es su hermano. Aunque, con lo bajo que han caído en su tarea de difamar, esto ya no debería sorprendernos.

¿Por qué no más bien preguntamos a quienes SÍ cometieron delitos?  A aquel que, a pesar de haber sido indultado, nada le quita lo hampón. Preguntémosle a Gustavo Petro lo siguiente:

Señor Petro, ¿dónde está su sinceridad para que le explique al país cuál fue puntualmente  su rol dentro del grupo terrorista M-19? ¿Cuánta gente asesinó con sus manos? ¿Cuántos secuestró? ¿Cuántas bombas puso?  ¿Cuántos niños reclutó o cuantas mujeres violó? Estas preguntas son a todas luces validas, más cuando usted perteneció a un grupo que perpetraba las peores barbaries. Seguramente, lo negará y dirá que su rol dentro de la organización terrorista era ser solo un muchacho incomprendido y que mientras los otros asesinaban usted escribía poemas.

La señora Vicepresidenta no hizo nada que fuera ilegal, ella no pagó una fianza. Ella lo que firmó fue una garantía para que su hermano compareciera y se responsabilizó de que él llegara a la Corte y allí  lo condenaron. ¿Por qué debía decirlo al país si eso era público? ¿Qué esperaban? ¿Que citara a una rueda de prensa o en plaza pública convocara a sus votantes para decirlo?

Aterra que, quien en la clandestinidad recibió fajos de billetes en bolsas negras, le exija a la Vicepresidenta que renuncie porque, según él, ella debía hacer público un asunto familiar, un asunto legal que por su condición jurídica siempre fue público para quien quisiera acceder a él. ¡El rey de la clandestinidad diciendo que debe ser público!

Quiero ser sincero. Nunca he apoyado a la Vicepresidenta en ningún ejercicio político, ni soy cercano a ella. Pero hoy siento la necesidad de apoyarla, no solo porque nuestra legislación no prevé los delitos de sangre, sino porque la entiendo perfectamente. Si cualquier familiar mío tuviera una dificultad, sin duda lo apoyaría. Increíble que quienes señalen a algunos por sus familiares sean los mismos que perpetraron con sus manos delitos, quienes fueron los indultados y únicamente por razones políticas, no jurídicas. Por favor no caigamos en el juego de los amigos del odio y menos en el juego del mandadero de Escobar.

@jarizabaletaf

Publicado: junio 14 de 2020

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