Perú se cansó de ‘vivir sabroso’

Perú se cansó de ‘vivir sabroso’

Era cuestión de tiempo. El modelo marxista del presidente peruano tarde o temprano haría estallar a los ciudadanos de ese país. 

Y la revuelta empezó, precisamente, en la clase trabajadora, particularmente los transportadores que están desesperados -y empobreciéndose aceleradamente- por el descomunal aumento en el precio de los combustibles. 

El gobierno de Castillo ha sido un desastre. El presidente es básicamente un ignorante, incapaz de modular palabra y mucho menos de elaborar una idea. Su elección fue fruto de una revancha por parte de los sectores populares peruanos que se dejaron encantar por un “discurso” elemental de un sujeto que se presentaba como profesor de escuela, pero que en realidad el títere de sectores de extrema izquierda, afectos a la banda terrorista ‘Sendero Luminoso’ como fue el caso de Vladimir Cerrón.

La caída de Castillo es inevitable. Un país no puede seguir bajo el mando de un sujeto cuya gestión, como es natural, ha sido monumentalmente errática. 

A los peruanos, Castillo también les dijo en campaña que su plan de gobierno le apuntaba a que, usando la expresión de la candidata a la vicepresidencia colombiana Francia Márquez, ellos podrían vivir sabroso.

Y claramente no lo han hecho. La economía del Perú está en vilo por cuenta de la estulticia del gobierno. La inflación está disparada y el presidente, para hacerle frente, tomó la estúpida determinación de aumentar en un 10% el salario mínimo a partir del 1 de mayo próximo. 

El malestar social pasó a las calles cientos de miles de peruanos salieron a protestar y a exigir la inmediata dimisión del presidente indocto al que, como cualquier persona sensata podría prever, le iba a quedar grande el cargo que ocupa desde finales de julio del año pasado. 

El experimento socialista es un fracaso absoluto en donde se lleve a cabo. El discurso populista, envolvente, que despierta pasiones entre las clases económicas más bajas es eficaz para ganar elecciones, pero cuando se enfrenta a la realidad, inmediatamente empieza a hacer agua. Está ocurriendo ahora en el Perú y empieza a suceder en Chile, con las primeras medidas adoptadas por el socialcomunista y buen amigo de Gustavo Petro, Gabriel Boric. 

Que los seguidores del terrorista del M-19 Gustavo Petro tomen atenta nota. Serán ellos los primeros damnificados de un eventual gobierno de ese vocinglero que pinta ríos de miel y que anuncia condonaciones de deudas, pensiones millonarias y demás sandeces a diestra y siniestra.

Perú se dio cuenta que el socialismo es la antítesis del presupuesto de “vivir sabroso”. Colombia está a tiempo de despertar y descubrir que el mensaje de Petro es, quizás, aún más peligroso que el de Pedro Castillo. 

@IrreverentesCol

Publicado: abril 7 de 2022

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