LOS IRREVERENTES pudieron confirmar dos casos de personas afines al terrorismo que aspiraban a ocupar parte de las 16 curules.
LOS IRREVERENTES pudieron confirmar dos casos de personas afines al terrorismo que aspiraban a ocupar parte de las 16 curules.
Se ha dicho que las 16 curules en la cámara de Representantes que el gobierno pretendía hacer aprobar son en beneficio de unas supuestas “víctimas del conflicto”, pero las evidencias apuntan a que en efecto se trata de darle una mayor representación a personas afectas al grupo terrorista de las Farc.
LOS IRREVERENTES conocieron dos casos puntuales que no dejan espacio para las dudas. Uno es en el departamento del Huila y el otro en Arauca.
Víctor Ramón Vargas, alias Chato, es un delincuente que opera en el departamento del Huila, particularmente en el municipio de Campoalegre. De acuerdo con distintos registros, Chato ha tenido estrechos vínculos con la denominada columna Teófilo Forero.
De hecho, luego de que esa estructura terrorista llevara a cabo el atentado contra el club El Nogal, hecho que cobró la vida de 36 personas y dejó heridas a más de 200, la justicia tuvo a Vargas y a su padre en la mira.
Por orden judicial, el padre de Chato, Víctor Julio Vargas estuvo preso durante más de 2 años, pues la fiscalía tenía evidencias sobre su participación en ese hecho criminal.
Alias Chato se salvó de ir a prisión pues se fugó de Colombia. Durante largos años estuvo escondido en España, país en el que continuó con sus actividades criminales, estableciendo lazos con la banda terrorista ETA.
Por cuenta del proceso con las Farc, Chato pudo regresar a Colombia. Volvió a establecerse en Campoalegre, donde creó la ONG denominada “Campo Paz”, organización que supuestamente se dedica a ayudar jóvenes y a crear nuevas oportunidades para ellos.
Los pobladores de esa localidad, han visto con espanto cómo el señor Víctor Ramón Vargas ha venido anunciando que él ocupará una de esas 16 curules. ¿Acaso éstas no eran para las “víctimas”? Lo cierto es que, al parecer serán para los victimarios.
El futuro político de Vargas parece estar asegurado. Si la curul no le sale, seguramente aspirará en 2019 a la alcaldía de Campoalegre, población en la que tiene fuerza electoral, habida cuenta de que su exconvicto padre, actualmente ocupa una curul en el concejo de esa localidad.
En el departamento de Arauca, ese ejercicio se repetiría en cabeza de un sujeto llamado Ólder Cáceres quien es un aliado irrestricto del terrorismo.
Hace pocos meses, trascendieron unas comunicaciones que daban cuenta del inmenso poder que ese individuo ejerce sobre el ELN, particularmente frente al despiadado cabecilla de esa estructura criminal, alias Pablito.
En efecto, trascendió que el director del Centro Democrático en el departamento de Arauca, el señor Manuel Pérez iba a ser asesinado por el ELN. Desesperado y en aras de salvaguardar su integridad, Pérez buscó a una persona cercana a Ólder Cáceres con el fin de solicitarle que hablara con alias Pablito para que detuviera la orden de su ejecución.
En un chat, Vargas le ruega a su interlocutor que le diga a “Ólder que les ayude con los amigos de él, que no nos vayan a joder, que hable con Pablito, que hable con David,, con Nazario, que nos ayude hermano, no nos vaya a dejar matar hermano”.
En Arauca es de público conocimiento que Ólder Cáceres aspira a ocupar una de las 16 curules que Santos quiere habilitar en la cámara de Representantes. Ese sujeto será cualquier cosa, menos una “víctima”. Su papel, a lo largo de los años ha sido, precisamente, el de mandadero de los criminales, cobrando y tramitando extorsiones y, como queda evidenciado en este caso, llevando razones para efectos de que el ELN no ejecute sus acciones terroristas.
Nadie puede llamarse a engaños. Esas 16 curules, no eran eran, como dice la candidata Claudia Nayibe López, para las desvalidas y abandonadas víctimas, sino para delincuentes de la más alta peligrosidad, vinculados hasta la médula con las actividades ilegales de los grupos terroristas que azotan a Colombia.
Publicado: diciembre 7 de 2017