Rafael Gómez Martínez: Los miserables…

La famosa obra de Víctor Hugo, describe la injusticia social que se vivía en el siglo XIX en Francia, especialmente en París. También, nos muestra la carencia de amor, las dificultades de la clase baja para sobrevivir Vs. la opulencia de la aristocracia parisina, el desempleo. En medio de tanta miseria humana Víctor Hugo muestra algo de humildad en sus personajes, algo de dignidad, algo de honestidad.

Tras el dolor causado por el vil asesinato de la niña Yuliana, en la presente columna de opinión quisiera plasmar una serie de reflexiones que se me vienen a la cabeza, en caliente, teniendo en cuenta que durante el 2016 se han presentado más de 15.300 casos de abusos sexuales similares.

¿Habrá más Yulianas en este pérfido caso? ¿Habrá más pedófilos? ¿Yuliana fue la primera? ¿Qué es lo esconde este oscuro caso para que en tan solo una semana aparezcan “suicidados”, a lo Nisman, un vigilante y un sub teniente de la policía?

¿Dónde estaba la sociedad en cada uno de estos casos? ¿Dónde estaba la sociedad cuando fueron secuestrados, violados, abortados los niños y niñas víctimas de las Farc, Eln y demás? ¿Acaso, ellos no importan? ¿Cuál es la diferencia entre la niña Yuliana y los niños de las Farc?

Colombia pasó de ser el realismo mágico al realismo trágico. Me puse a la tarea de recopilar algunas de las tragedias más relevantes de los últimos tiempos. Veamos:

  1. Chapecoense donde no solamente se produce por fallas técnicas, sino por una clara falta de ética empresarial y moral del piloto.
  2. Yuliana: secuestrada, violada y asesinada. Macabro caso.
  3. Reficar: donde la Contraloría General de la Nación anunció que la corrupción por costos en la contratación pueden ascender a una cifra superior a los $8.5 billones. Aparecen más de 36 hallazgos fiscales en la que según el Contralor “se construía de día, se destruía de noche”.
  4. Saludcoop: La revista Semana comentaría que la entonces contralora Sandra Moreli se la jugó al desentrañar toda la estructura de Saludcoop donde se perdieron más de $1.4 billones. Al final, la mala del paseo resultó la Moreli. Los demás, están libres e impunes.
  5. ISAGEN: nos quedaremos con la boca abierta. A esta altura del partido no sabemos nada. Esa platica como que se perdió. Ni hablar de la otrora empresa bandera de los colombianos Ecopetrol. Ni se diga. ¡Echeverry, nos tumbaron!

Nacen, entonces, las siguientes preguntas:

Si los que tienen que dar el ejemplo, los de arriba, son incapaces de comportarse ética y moralmente en forma correcta: ¿por qué exigimos a los abajo que sí?

Si los de arriba hacen lo que se les da la gana por cuenta del usted no sabe quién soy yo: ¿por qué nos imponen a pupitrazo limpio una reforma tributaria que afectará el bolsillo de las clases medias y menos favorecidas?

Si tenemos a un presidente que hace lo que se le da la gana: ¿Porqué un joven bajo los efectos del alcohol y las drogas no puede secuestrar, violar y asesinar a una niña?

Si tenemos al Congreso de la República más desprestigiado de toda la historia: ¿por qué tenemos que avalar el conejo que le hicieron al plebiscito donde ganó el NO?

Si tenemos el caso de la niña Yuliana: ¿por qué la sociedad le otorga premio a los señores de las Farc que lo único que hicieron durante todo su accionar violento fue destruir a la familia colombiana?

Si tenemos una sentencia de la Corte Constitucional que decía claramente que el resultado era vinculante para el presidente, ¿por qué la misma CC le hará conejo a su misma sentencia?

Mientras tanto, un presidente, ¿enfermo?, viaja a Oslo para la entrega de su novelón el cual fomenta su egolatría y megalomanía.

Mientras tanto, el país se descompone en lo social y económico con una rapidez inusual.

Cuando los colombianos se despierten de su pacífico sueño se darán cuenta que JMS fue la peor pesadilla y estafa que pudo pasar por el camino de su historia.

Cuando llegue el próximo gobierno, cualquiera que sea, se dará cuenta que JMS dejó las arcas vacías, los bolsillos rotos, sin fondo, sumergidos en un mar muy profundo de corrupción y desgreño administrativo dejando un país en emergencia moral. Dejando un país enfermo.

Después de lo acontecido con la niña de Yuliana, ¿dónde queda nuestra dignidad como seres humanos? A la manera de desahogo: En qué país tan miserable estamos viviendo. Por lo menos, en la obra los Miserables de Víctor Hugo sus personajes tenían algo de dignidad.

Puntilla: Cuánta miseria humana estamos viendo. Si quiera no están vivos los abuelos

@RaGomezMar