Rafael Gómez Martínez: ¿Lo peor ya pasó?

Rafael Gómez Martínez: ¿Lo peor ya pasó?

De una manera sobria y ejecutiva el miércoles 15 de la semana pasada el Banco de la República en cabeza de su director el doctor J.J. Echavarría en la Universidad EAN, presentó el informe trimestral económico de cuentas nacionales en cuanto a tres variables se refiere: la inflación, el crecimiento económico y las tasas de interés.

Es de resaltar la labor académica que realizan las autoridades monetarias al acercar a los estudiantes a la realidad con el fin de obtener una mayor comprensión sobre los fenómenos que involucran el comportamiento de la economía de un país.

Interesante que las autoridades económicas consideren que lo peor del ciclo contractivo que está padeciendo la economía colombiana ya pasó. Interesante, pero discutible como diría el filósofo Susos.

Al fin y al cabo, el Banco Central de cada país debe enviar mensajes positivos a todos los agentes económicos. La pregunta que deberíamos hacernos es: ¿por qué así como se envían mensajes alentadores porqué no se hace de la misma manera cuando los indicadores económicos muestran todo lo contrario?

Porque si se toman los 36 indicadores principales que reúnen el análisis tanto micro, macro del comportamiento de la economía colombiana nos daríamos cuenta que los mensajes positivos que envía el BR no lo son tanto, teniendo en cuenta que más del 50% de ellos muestran un comportamiento negativo.

Inclusive, dentro de los tres indicadores que muestra el BR, dos no pasaron la prueba ácida: el crecimiento económico y el desempleo. Es decir que más del 50% de los mismos indicadores que analiza el BR arrojan comportamientos negativos, luego la pregunta es válida: ¿Lo peor, ya pasó?

Veamos a continuación, del porqué de esta afirmación en forma de pregunta.

El crecimiento económico correspondiente al tercer trimestre arrojó una cifra del 2,0% mientras que durante el gobierno de AUV se presentaron crecimientos superiores al 6%. Es más; por los crecimientos obtenidos durante el ciclo económico bajo los dos gobiernos de AUV es que JMS trabajó con las ganancias, luego dilapidó las reservas y ahora trabaja con lo que queda de la olla para rasparla.

El mismo doctor J lo comentó en el informe: “es un crecimiento muy mediocre cuando el país estuvo acostumbrado a crecer a ritmos superiores del 4%”.

Una muestra de lo anterior, es el caso de la cerveza Águila, la cual tuvo que bajar sus precios a $1.500 la unidad. Si la cerveza tiene que bajar su precio debe de ser porque sus inventarios están altos vs su contracción de consumo, lo cual es preocupante teniendo en cuenta que se viene la época de navidad.

El segundo punto es el desempleo, el cual sigue siendo alto. El último reporte del Dane arrojó una cifra cercana a los dos dígitos: 9,2%. Es decir que los sectores económicos no están logrando generar más empleo porque el consumo se contrae. De hecho, sectores tradicionales para generar empleo como lo son la industria y la construcción registraron comportamientos negativos.

Teniendo en cuenta que para el mismo periodo del 2016 la inflación alcanzó la cifra del 7.5% por cuenta de los choques internos como lo fueron el paro camionero y la sequia, la noticia positiva consiste en que la inflación, al parecer, se encuentra controlada en un rango meta del 2% al 4%.

Lo que el BR no comenta es que en el acumulado del año la cifra de inflación está cercana al 4%. Tampoco comenta que la inflación alcanzada en octubre fue de 0.02%. En la práctica, se presentó una deflación vs inflación.

Ante la pregunta planteada: ¿lo peor, ya pasó? considero a mi juicio que no. Más bien, lo peor está por venir porque el próximo año 2018 es un año electoral. Cuando es año electoral en Colombia todo se frena. Todo se paraliza.

De hecho, todo está frenado por cuenta del proceso de paz con las Farc y el ELN teniendo en cuenta que la inversión extranjera arroja un saldo negativo. Es decir que no se está invirtiendo porque no hay confianza del consumidor, ni del empresario, ni de los inversores, ni de los agentes económicos. Al no invertir, no se genera empleo. Al no generar empleo no se genera consumo. Por esta razón, el crecimiento económico tan bajo en ciclo contractivo con tendencias a un ciclo recesivo.

Tal vez, lo único que incentivará el consumo será el Mundial de Rusia 2018 en algunos sectores, no en todos.

El BR en su informe no comenta sobre el gasto y la deuda pública.

¿Lo peor, ya pasó? Que lo diga el consumidor.

Puntilla: $40.000 millones para la consulta liberal, para 700.000 votantes liberales. ¡Qué descaro!

@RaGomezMar

Publicado: noviembre 21 de 2017