Es altamente llamativo que quienes hayan salido en defensa pública de la señora Piedad Esneda Córdoba sean, precisamente, los genocidas de la banda terrorista Farc, empezando por Israel Zúñiga alias ‘Benkos Biojó’, criminal de guerra responsable, entre otros, del asesinato de 119 civiles -muchos de ellos menores de edad- en el atentado brutal contra la iglesia de Bojayá.
Las evidencias contra la Córdoba son abultadas y no son nuevas. Se conocen desde hace más de 14 años y a pesar de la contundencia de las mismas, la justicia colombiana, hasta ahora, se ha encargado de garantizarle impunidad.
Los correos hallados en los computadores de ‘Raúl Reyes’ son demoledores. No dejan espacio para las dudas. Gracias al importante trabajo adelantado por un prestigioso centro de pensamiento británico, el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, el mundo entero puede tener acceso a una selección muy completa de los correos incautados por la Fuerza Pública de Colombia y cuya veracidad fue oportunamente certificada por INTERPOL.
Efectivamente, en mayo de 2008 la policía internacional entregó un estudio intitulado “Informe forense de INTERPOL sobre los ordenadores y equipos informáticos de las FARC decomisados por Colombia”. En el documento de 94 páginas se hizo un estudio técnico pormenorizado en el que se concluyó que los datos contenidos en dichos dispositivos eran totalmente fidedignos y no habían sufrido ninguna alteración o modificación. El trabajo se concentró en 8 pruebas instrumentales: computadores portátiles, memorias USB y discos duros extraíbles que contenían 609.6 gigabytes. Allí había documentos, fotografías y videos.
Una de las conclusiones a las que llegaron los forenses dice lo siguiente: “El acceso a los datos contenidos en las ocho pruebas instrumentales de carácter informático decomisadas a las FARC realizado por el Grupo Investigativo de Delitos Informáticos de la Dirección de Investigación Criminal (DIJIN) de Colombia entre el momento en que las recibieron, el 3 de marzo de 2008 a las 11.45 horas, y el momento en que las entregaron a los especialistas en informática forense de INTERPOL, el 10 de marzo de 2008, se ajustó a los principios reconocidos internacionalmente para el tratamiento de pruebas electrónicas por parte de los organismos encargados de la aplicación de la ley”.
Y para que no queden dudas de la autenticidad del contenido de esas unidades electrónicas, los expertos afirmaron: “INTERPOL no ha encontrado indicios de que tras la incautación a las FARC de las ocho pruebas instrumentales de carácter informático, efectuada el 1 de marzo de 2008 por las autoridades colombianas, se hayan creado, modificado o suprimido archivos de usuario en ninguna de dichas pruebas”.
El caso de Piedad Córdoba ha revivido por cuenta del testimonio que su otrora hombre de confianza Andrés Vásquez, asilado en los Estados Unidos, le ha dado a la magistrada de la sala especial de instrucción de la Corte Suprema, Cristina Lombana y en el que confirma que efectivamente ella sí es alias ‘Teodora Bolívar’ y que, además, jugó políticamente con los secuestrados particularmente con los 3 ciudadanos americanos e Íngrid Betancourt.
Los correos compilados por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos dejan en evidencia que Córdoba efectivamente se valió de su condición de mediadora para la liberación de los secuestrados para apuntalar su carrera política para buscar la presidencia de la República.
En un correo que Iván Márquez le envió a Raúl Reyes el 30 de septiembre de 2007 se lee: “Le agradezco me haya enviado las cartas de Teodora. El trabajo realizado por ella, sencillamente extraordinario. Creo que no tienen ninguna necesidad de discutir con Leyva. Veo a la presidenta en una buena tónica…”.
Sobre las aspiraciones presidenciales de la Córdoba, Reyes le remitió un email al ‘secretariado’ de las Farc el 6 de septiembre de 2007 en el que afirmó: “Piedad odia a Petro, no lo baja de HP y habla de la necesidad de romper su vínculo con Chávez, aunque dice ha perdido credibilidad… Piedad no lo dice pero, todo indica que Chávez la está empujando a liderar la oposición a Uribe con miras a la contienda electoral de 2010…”.
Y el compromiso de Chávez iba más allá de lo político, pues las Farc tenían información en el sentido de que el dictador venezolano financiaría la campaña presidencial de ‘Teodora Bolívar’. “Doña Piedad, con disculpas insulsas no llegó el día de la cita al lugar donde la recibían, pero ratifica su firme intención de visitarnos en próximos días. Se conoce de buenas relaciones con Chávez y se habla de apoyos económicos a su campaña de esos lados”.
El 12 de noviembre de 2007, Iván Márquez le escribió al ‘Secretariado’ un largo informe de una reunión entre él y Hugo Chávez. Allí se refirió al asunto de los secuestrados: “Chávez y Piedad le dan (sic) a las pruebas de supervivencia una connotación casi estratégica: en primer lugar impactarán positivamente en el crucial referendo previsto para el 2 de diciembre en Venezuela…”. [El jefe terrorista se refiere al famoso referendo con el que Chávez pretendía convertir a Venezuela, entre otras cosas, en un ‘Estado socialista’. El pueblo venezolano votó en contra de las intenciones del dictador].
En ese mismo documento, Márquez expuso que “en la segunda reunión, a instancias de Chávez, en momentos diferentes nos reunimos en un almuerzo con Gabino y Antonio; luego en el despacho del Presidente nos reunimos Chávez-Piedad-Iván. Como dije, ella está en los cálculos electorales para 2010”.
Aquel email hace referencia a las indignantes fotografías en las que la Córdoba aparece con boina y recibiendo de manos de los jefes terroristas de las Farc un arreglo floral. “…nos reunimos al día siguiente con Piedad. Por las FARC estuvimos Ricardo, Santrich e Iván, y por ratos Lucía. En resumen Piedad está por lo que le digamos. Le manda un saludo muy especial al camarada Manuel, a Jorge y al resto del secretariado…Al final le dimos un ramo de flores. Está pintando como presidenta”.
Los indicios son muy claros. Ahora, con el testimonio del exasesor Vásquez y las pruebas materiales que le entregó a la corte suprema, más las declaraciones que han dado los secuestrados en el sentido de que efectivamente la señora Piedad Córdoba traficó con ellos y los utilizó como herramienta para impulsar su aspiración presidencial la cual, como queda probado en los correos electrónicos, tenía la bendición de las Farc y de la dictadura venezolana. Lo indignante es que nada de esto es nuevo. Por eso, el clamor de las víctimas es uno y solo uno: que se haga justicia.
Publicado: febrero 18 de 2022
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