La telenovela que desenmascara al líder del SÍ

La telenovela que desenmascara al líder del SÍ

Por Fernando Alameda

Todos esperan que un análisis de opinión recomiende un libro o un texto de importancia. Pero no. Voy a recomendar una telenovela, de RCN, “Bloque de búsqueda”.

Esa telenovela me capturó desde que vi  parte de  un capítulo. Es una historia narrada  desde la perspectiva de los valientes policías que enfrentaron a la banda mafiosa de Pablo Escobar en las peores épocas de ese reino de terror. El verdadero protagonista es el gobierno de turno y sus negociaciones de paz o sometimiento a la justicia con el cartel de Medellín.

Ante la presión de Pablo Escobar, ejercida por medio de bombazos y secuestros, el Estado encabezado por el presidente Cesar Gaviria, cedió a todas las pretensiones mafiosas. Escobar, debilitado, propuso un acuerdo de paz. Informó sobre su decisión de entregarse a la justicia, siempre y cuando la extradición se eliminara en la Asamblea Constituyente. El actual negociador de la paz con las Farc, Humberto de la Calle, fue, casualmente, el representante del gobierno en esa Constituyente que aprobó eliminar la extradición. Al día siguiente, Pablo Escobar se entregó a las autoridades, tal como lo había acordado con el gobierno Gaviria y termina recluido en la famosa y elegante cárcel de la Catedral en Envigado, construida y controlada por el mismo capo. Era una cárcel con llave da salida para Escobar y control de ingreso para las autoridades. Por eso pudo escabullirse cundo le dio la gana.

¿Por qué Gaviria y De la Calle hicieron todas esas concesiones? Por las mismas razones por las que hoy repiten un acuerdo de paz a cualquier precio con Timochenko. Tal como sucedió en el gobierno de Belisario y de Pastrana, en su intento de alcanzar la paz, partieron del falso supuesto de que ella se logra con  concesiones a los criminales, incluso aquellas que vulneran el Estado de Derecho. Los hechos han demostrado que ese camino no produce la paz, sino mas violencia y  una burla de los criminales al Estado. Es cierto que durante el gobierno de Gaviria, Escobar fue dado de baja, pero eso no lo  exonera  de su responsabilidad, pues se equivocó al claudicar ante un delincuente, pensando que así  lograría la paz. La aplicación de la fuerza legítima del Estado pudo hacerse desde un principio y no hubiera tenido que arrodillarse ante las amenazas del mafioso.

Esta historia parece de telenovela, pero sucedió realmente. Nada del guión es inventado y se está repitiendo con algunos de los protagonistas de ese entonces, de la Calle y Cesar Gaviria. En aras de la paz que todos anhelamos, defienden las concesiones que Santos ha otorgado a los narcoterroristas. Ayer como hoy, les entregan un blindaje  jurídico para evitar la extradición como al cartel de Medellín, con la ventaja, además, de que nunca serán encarcelados. Ayer les entregaron a los delincuentes una cárcel para que siguieran delinquiendo, hoy les entregan territorios enteros de la patria sin control alguno del Estado. Y les dan otra segunda encima: unas curules en el Congreso.

Algunos dirán que hay diferencias entre el cartel de Escobar y el cartel de las Farc. Yo respondería que ambos son carteles del narcotráfico, pero efectivamente son diferentes; Escobar quiso lavarse la cara de mafioso con una curul en el Congreso y  las Farc lo que pretenden es construir en Colombia un Estado mafioso y populista, o sea castro-chavista.

 ¿Será que Cesar  Gaviria, aparecerá en una futura telenovela como el hombre que dirigió la campaña de entrega del país a los narcoterroristas?  

Al pueblo  colombiano le corresponde escribir ese libreto y  colocará sin lugar a dudas a ese personaje como el que dirigió el intento fracasado de la claudicación del país.

@fernandoal1